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Pov: Omnisciente.

« 4 meses después. »

El sol empezaba a salir, iluminando los terrenos de una lujosa mansión alejada de la sociedad y rodeada por un frondoso bosque.

En una de las habitaciones de dicha mansión, la luz del sol comenzaba a traspasar los cristales de las puertas de un pequeño balcón que había en el gran cuarto, dando un poco de iluminación natural a la habitación que se encontraba totalmente a oscuras hace tan solo unos momentos.

Pocos minutos después, una alarma comenzó a sonar, y aunque el sonido fuera inofensivo, fue detenido bruscamente cuando el despertador recibió un puñetazo tan fuerte que hizo el aparato añicos en un solo instante.

Un gruñido se dejó escuchar, y el fuerte joven que había destrozado el despertador momentos antes, apartó su mano lentamente del aparato ya destruido, para luego quitarse las sábanas que tenía encima y levantarse de mala gana, no sin antes escuchar una voz melodiosa del otro lado de la puerta de su habitación.

— ¡Joven Monty, su padre lo espera para desayunar en el comedor! —la voz dulce y cálida de Gladys resonó en la habitación lúgubre del ya nombrado, el cual solo resoplo en respuesta.

Gladys era la ama de llaves y la mucama principal de la mansión, había estado trabajando ahí desde antes de que Monty naciera. Razón por lo cual era la empleada doméstica que más había estado presente en la vida del reptil, debido a esto, para Monty ella era como su segunda madre.

— Dile que ya voy. —respondió intentando sonar amable o al menos agradable, pero su tono de voz sonó algo quejumbroso y un poco agresivo, aunque eso se había vuelto costumbre en los últimos meses.

Escucho como la mujer se alejo de su habitación luego de emitir un sonido afirmativo, haciendo parecer que no se molestó por su forma grosera de responder, aunque a él le dió igual.

Luego de esa pequeña interacción, Monty se levantó y arrastró sus pies junto con su cola hasta el baño que tenía en su cuarto para lavarse los dientes y la cara, a pesar de las ganas que tenía por quedarse en la cama todo el día.

Una vez en el baño, el reptil encendió las luces, encandilando su vista por la repentina lluvia de luz que cayó en sus ojos, los cuales ya se habían adaptador mucho a la oscuridad de su cuarto, pero aún así fue hasta el lavadero para tomar un cepillo de dientes y llenarlo de pasta dental, a la vez que su vista se adaptaba nuevamente a la luz.

Cuando el reptil terminó de cepillar sus dientes, finalmente se digno a mirarse al espejo. Y no fue una sorpresa para él notar que se veía de la mierda.

Su cabello rojo, el cual había crecido en abundancia, se encontraba hecho un desastre debido a que no se había peinado aún. Ahora tenía unas pronunciadas ojeras debajo de sus ojos, debido a que su insomnio había empeorado gradualmente. Y por último, la parte que más odiaba, sus cicatrices.

⚠️ HOMOFOBIA ❌  {FREDDY X MONTY} [EN EDICIÓN]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora