Parte sin título 20

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Este es el último capítulo, queda el epílogo. por favor decirme si os ha gustado y si no es verdad que veis a Segei en los ojos del maestro  :) :) . Sobre todo cuando conoce a Lennin. 

Llevo ya diez años sin mi niño y la vida cada día me resulta más difícil. Soy un lastre para mis hijos,  sobretodo para mi Vanessa. No me ha quedado más remedio que venirme a su casa a vivir, me siento un estorbo. Ahora que están solos sin hijos tienen que cargar con una vieja chocha. No doy el follón me meto en mi habitación y aquí paso el día, hablo cuando se me pregunta y acato las ordenes. Si me pongo farruca puede que me gane unas "natillas". Cuando salen de viaje el comandante general Mihailo Davanovic me pone una canguro en casa y se van. Un fin de semana,una semana, dos. El tiempo que dure el viaje, ¿quién soy yo para decir algo? nadie. Mi dios murió y su mano derecha ya no tiene autoridad, solo el respeto de la gente por ser la esposa de tan ilustre soldado.

Mi casa le ha sido otorgada al capitán Sergei Sergéyevich  Davydenko, mi nieto, por el comandante general Mihailo Davanovic. Solo le pedí a mi nieto que me dejara coger mis rosas cada mañana, pero su mujer no quiere viejas rondando por su casa.  Por lo tanto hablé con el comandante general Mihailo Davanovic y este le dijo al capitán Sergei Davydenko en su patio: "Tienes el sábado para poner el muro de la casa por delante de las rosas que mi general plantó a su pajarillo. Te coges los hombres que te hagan falta y lo haces, porque si no yo mismo te pondré a quitarlo y lo pondrás en la puerta de la cocina y dile a tu mujer que la señora Davydenkova  todavía hace en su casa lo que le da la gana, ¿te ha quedado claro? Enseña a tu mujer, ella todavía no es la mano derecha de nadie." Y era viernes, el domingo las rosas estaban en casa.

Ya mi cuerpo apenas me responde y mi mente,bueno intenta estar en su sitio. No puedo ir a verlo todos los días y eso me apuñala el alma. No quiero que piense que lo he olvidado. Enciendo una vela esos días deprimentes, nevados, lluviosos, fríos que empiezan en septiembre y acaban en mayo. Mi Vanessa va por mí y le lleva un ramo de rosas rojas de casa, previamente besado por mí.Fue un buen padre y un mejor marido. Nunca falta un ramo en su piedra, ya sea llevado en mano o mandado por mensajero. Sigo reuniéndolos a todos en agosto, aunque sean solo unos días. También el día de su cumpleaños, el quince de agosto y el catorce de febrero le hacemos un recordatorio, todos reunidos en su tumba, llueva, nieve o salga el sol. Era su padre y lo mínimo que les pido es un día al año. Somos una familia, una familia unida.

He recibido un mensaje en mi móvil y quiero compartirlo, el maestro se ha ido. Su luz se ha apagado, descanse en paz. Seguro que mi Seriozhy le arreglará la cuenta pendiente que tiene con él. Sonrío, allí tiene toda la eternidad para oírlo cantar, si no le corta el cuello antes, claro. Lo conocí en París el primer San Valentín que pasamos juntos después de venir de Petrovadín o fue el segundo, no lo recuerdo. La cosa fue que mi Sergei fue al lavabo y se puso en los urinarios, miró a su izquierda y le dijo al muchacho que había a su lado.

-Yo no sé qué cojones ve mi mujer en ti si no tienes ni media hostia y tampoco eres tan...atractivo. Pero estoy de tu música hasta los huevos, los tiene todos y todos se los sabe de memoria. Hasta el primero. ¡Por Dios! ¿No te dijo tu padre que cuando compusieras no te drogaras ni bebieras? Menos mal que del primero solo pone la primera. Si yo te contara lo que hizo con el 3...

Él levantó su cara de niño bueno  y le sonrió.- Chaval tu mujer sabe apreciar lo bueno y yo soy el mejor a la hora de volverlas locas, aunque sea haciendo el tonto, soy un chulapo... chaval. ¿Quieres un autógrafo mío o unas entradas para un concierto? Pasa luego por la trescientos cinco y te las doy. Seguro que esta noche mojas a mi cuenta.- Le dijo golpeándole el brazo como acto de camadería.

-No necesito tus chorradas para meter a mi mujer en la cama, ni le voy a decir que te he visto. No  quiero que se pase toda la noche buscándote por el restaurante y me haga quedar en ridículo si te ve. De todas maneras te voy a oír esta noche en la cama.

HISTORIA DE UN ENGAÑODonde viven las historias. Descúbrelo ahora