La Villana A La Que Había Servido Durante 13 Años Ha Caído

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Una cocina serena.

Mientras cortaba los pimientos con elaboradas habilidades manuales, dejé caer el cuchillo de cocina al suelo con un sonido metálico.

Un tono irritado salió de mi boca.

"Ah... está pasando otra vez".

Me miré la mano izquierda que había estado sujetando el pimiento.

Una mano izquierda pequeña, inmaculada y perfectamente intacta.
Afortunadamente, la mano izquierda que agarraba el pimiento estaba ilesa.

Respiré aliviado al ver que los cinco dedos seguían firmemente unidos a la mano ilesa, dándome cuenta de que podría haber sido una lesión grave si hubiera salido mínimamente mal.

Tras confirmar la seguridad de mi mano izquierda,
miré a la problemática mano derecha.

Una mano derecha que temblaba ligeramente.

"Haah".

Un suspiro salió de forma natural.

A veces pasa esto.
Momentos en los que mi mano derecha inesperadamente no me hace caso. No es a menudo, sólo en muy raras ocasiones.

Mi mano derecha no me obedece.

No es a causa de un Dragón Negro, ni hay otro yo escondido dentro. Comenzó desde la punta de los dedos, todo mi brazo derecho se había vuelto rígido y no se movía.

Vi cómo mi mano derecha temblaba violentamente. No importaba cuánta fuerza aplicara para cerrar los dedos en un puño, ni siquiera se inmutaba.

Dejé escapar una risa amarga.

"De verdad, esto no es fácil".

Era una secuela de un intento fallido de rescatar a la dama de la magia negra, y no parecía mejorar.

A veces, el dolor se apoderaba de mí.

Aunque en los días realmente malos sentía un dolor como si me fueran a arrancar el brazo, no me preocupaba demasiado.

No ocurría con frecuencia.
Además, aumentar mi resistencia a la magia oscura era beneficioso.

['Resistencia a la Magia Oscura' suprime la 'Necrosis'.]

Pensé en ello como una inversión para el futuro.

"Ssseup..."

Pero entonces,

particularmente hoy, fue insoportablemente doloroso.

"Maldición."

Me desplomé en un rincón de la cocina y me senté, apretando mi temblorosa mano derecha contra mi pecho. Al agacharme, el dolor disminuyó un poco.

Era doloroso. ¿Cómo podría expresarlo con palabras?
¿Como insectos clavándose en mi carne?
Esa parecía ser la descripción exacta.

Apretando los dientes con fuerza, contuve la respiración para no dejar escapar ningún sonido, esperando a que pasara el dolor.

Era un dolor que había soportado innumerables veces, pero al que nunca parecía acostumbrarme.

Mi cuerpo temblaba incontrolablemente.
Tenía los labios resecos.

"Huuah... Aguanta... Soportalo".

Hice todo lo posible para no gritar en voz alta.

No quería causar una preocupación innecesaria a la señora de arriba.

En realidad no era para tanto.
Era un poco doloroso, ciertamente,
Pero era un dolor que definitivamente podía soportar. Estaba bien.

***