La Villana A La Que Había Servido Durante 13 Años Ha Caído

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Una vez más, la vista se oscurece.

-Así que debería haber cortado los lazos antes. Debería haber contratado a alguien con una buena educación y que fuera bueno en su trabajo.

A través de la vista borrosa, la voz de Olivia, vestida de negro, se oye débilmente.

Hablando con una voz que parece ligeramente excitada, parlotea sobre un tema tan agudo como rascar cerámica rota, aparentemente disfrutando de la conversación.

-Es mejor que esa basura dimita, lo único que hizo fue malgastar el dinero.

'...'

Olivia no necesitó pensar mucho para saber quién era la 'basura' a la que se refería.

Cállate.

En cuanto abrió los ojos, se encontraba en un glamuroso salón de baile.

Todo el mundo iba elegantemente vestido, todo el mundo sonreía; un espléndido salón de baile tan diferente de la cutre sala en la que Ricardo había estado justo antes.

Bajo el escenario con una opulenta lámpara de araña, allí estaba ella, con un vestido negro, sonriendo entre nobles damas.

Sosteniendo una copa de reluciente vino púrpura y haciéndola girar a la luz, parecía lucir una expresión regocijada.

-Entonces, ¿qué has hecho?
-¿Cómo que qué hice? Le dije que hasta respirar era un desperdicio y que se largara.
-¡Puhaha! ¡Loco! ¿No lloró?
-¿Y qué si lo hizo? Era verdad.

Olivia, la de la ilusión, parecía encantada de entablar conversación después de tanto tiempo.

Aunque fingía no estar interesada en forjar amistades, en realidad envidiaba a quienes tenían muchos amigos. Parecía emocionada.

Hilando historias que nunca contaba, adornando temas provocativos de forma más provocativa; eso era lo que hacía durante sus días de academia.

Quería parecer fuerte y al mismo tiempo llevar la delantera en las relaciones.

Era torpe para hacer amigos.

Una mala excusa, pero sin Ricardo no tenía a nadie a quien pudiera llamar amigo. No sabía hacer amigos.

Les gustaba cuando les pagaba. Se emocionaban cuando acosaba a los que no les gustaban y se acercaban a ella cuando tenía poder. Ella pensaba que ésa era la imagen que tenía que mostrar, y sólo así sabía hacer amigos.

Ricardo siempre recalcaba la importancia de la amistad sincera, pero ella no quería molestarse con procesos tan engorrosos, así que, como siempre, sólo se acercaban a ella los atraídos por el poder.

En realidad, los que se fueron con la caída de su familia eran todos los que había.

Pero aun así, era feliz.

Porque no se sentía sola.

-¡Puhaha!

Se oyen risas.

Olivia en la ilusión no lo sabe, pero la Olivia actual puede darse cuenta de que sus risas están llenas de fingimiento.

Su cara, disfrutando de tanta atención, parecía igualmente llena de fingimiento.

En este hueco espacio social, dio un paso más cerca de la Olivia ilusoria y dijo con voz temblorosa.

Ricardo está enfermo'.

Su voz sigue temblando.

'Ricardo está... muy enfermo'.

Olivia habló con voz temblorosa a su yo ilusorio que hablaba maliciosamente de Ricardo.