La Villana A La Que Había Servido Durante 13 Años Ha Caído

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Capítulo 16 - Regalo de cumpleaños (3)

"¿Yo, un villano? Soy un artista, ¿sabes?".

Con una sonrisa siniestra, el aventurero cazador sacó una daga de su cintura. Sus ojos, estrechas rendijas, dirigieron la hoja forjada en jade hacia Hanna y hacia mí, recordándonos a algún insecto.

"Luchar contra insectos es la primera vez que lo hago".

"No soy un encantador de insectos. Esculpo a la gente con la hermosa magia creada por los dioses, un artista".

"No importa cómo lo mire, parece correcto... Cabeza, pecho, abdomen dividido y... ah, ¿no es un insecto porque no tiene seis brazos?".

El aventurero cazador, entornando los ojos, al parecer se había dado cuenta de que le estaban insultando, y me preguntó.

"¿En qué sentido, si se puede saber?".

Los ojos entrecerrados del hombre me miraron. Era como si en cualquier momento, si le insultaba más, fuera a apuñalarme inmediatamente en la garganta.

Me limité a encogerme de hombros.

Desde la forma en que se arrastraba, encorvado, hasta su forma de empuñar las dos dagas sostenidas al revés, era la viva imagen de una mantis.

Me había propuesto no juzgar a la gente por su aspecto, pero la cara del hombre que tenía ante mí se parecía excesivamente a la de un insecto. ¿Llamarle persona podía ser un insulto a la propia humanidad?

Para defender la dignidad de la humanidad, le dije la incómoda verdad.

"Te confundí con un insecto porque te pareces a una mantis religiosa".
"¿Qué?
"De aspecto tan frágil, parece que un solo puñetazo podría matarte, sin embargo, extrañamente, eres un insecto con un temperamento desagradable".

Tú.
Eres tan feo.

"Pareces una mantis religiosa."

Lentamente, se formaron grietas en la cara del hombre. ¿Podría ser la incomodidad de encontrarse con la verdad? Su madre siempre debía de haberle dado gas diciendo que era guapo. Me preocupaba que, al decir la incómoda verdad, me convirtiera en un fracaso como hijo.

Pero, ¿qué se puede hacer?

Realmente se parece a una mantis.

El hombre esbozó una sonrisa amarga. Tratando de no parecer estrecho de miras, se le escapó una risita incómoda... y se sintió satisfecho.

"¿Crees que me parezco a una mantis?"
"Sí."
"Ja, ja, ja... Esto me está volviendo loco. Eres la primera persona que me habla así".
"Tienes un amigo muy bueno."
"... ¿Quieres morir?"

La mantis, al darse cuenta de las falsedades de su madre, no pareció hacerse eco de mi sinceridad.

En la novela, había visto a Michail pisoteado por este tipo.

"¡El arzobispo de la locura...! ¿Sabes cuántos inocentes han muerto en tus manos?".
"Kishishit... Yo sólo he creado obras de arte. La inmundicia que destruye el mundo es simplemente purificada por la muerte como una forma de arte."
"Te mataré..."
"También dijiste eso la última vez, sin embargo no pudiste matarme, qué lamentable. Michail, yo también deseo convertirte en una de mis obras de arte algún día."

Esa era la verdadera locura, dominando a Michail. Este era el hombre que había abrumado la fiesta de la heroína.

Pero no ahora.

Ahora no era más que un artista que parecía un insecto.

Le dije seriamente.

"También es la primera vez para mí".
"..."
"Conocer a alguien que parece una mantis. Si fuera un niño de primaria, te habría atrapado en un tarro para recoger insectos".