Hasta ahora la estaba pasando bastante bien. Mis primos habían ayudado para olvidarme del hecho de que por hacer aquel viaje había perdido la oportunidad de hacer otras cosas que eran demasiado importantes para mí. Pero creo que lo que más ayudó fue cuando mamá me dijo: "En la vida muchísimas veces vas a tener que decidir. Y a veces por hacer una cosa, estás perdiendo la oportunidad de hacer otra. Pero vas a tener que acostumbrarte a que todo no se puede siempre, y a que muchas veces vas a tener que dejar de lado algunas cosas. Duele saber que verdaderamente es así, pero así es la vida. Y hay que aprender a vivirla de la mejor manera posible."
Entonces simplemente había intentado vivir lo que estaba viviendo de la mejor manera posible, y me estaba yendo bastante bien. Mis primos me habían presentado a sus amigos. Me hicieron reír como nunca, y tengo que admitir que la pasé muy bien. Y fui feliz. Y eso los volvió importantes para mí.
Uno de los amigos de mi primo se llamaba Nathan. Tenía un año más que yo. No era específicamente lindo, pero era genial. Era de ese tipo de personas que conoces y dices "Dios, como es que no te conocí antes".
Después de la cena formal nos fuimos a una fiesta. Y bailé descontroladamente y él también bailó, y oh Dios, ese chico sí que baila. Cuando me pidió si lo acompañaba afuera a fumar un cigarrillo acepté, y lo seguí hasta la salida. Hablamos y se podría decir que coqueteamos, aunque estaba más cerca de ser una charla amistosa y ya.
Y hoy habían pasado cinco días y sabía que lo volvería a ver luego del brindis de Nochebuena. Estaba emocionada y nerviosa de algún modo, aunque me costase admitirlo. A la noche, luego de brindar y despedirme de todos, acompañé a mis tres primos y a mi hermana hacia la casa de una chica que estaba dentro del grupo de amigos. Allí estaban Nathan y algunos otros que no conocía bien. Además de unas chicas de las que me había hecho bastante amiga. Luego, cuando algunos fuimos afuera para tomar aire y mi hermana y mis primos se quedaron adentro, charlamos un rato. Charlé con muchas personas, pero creo que lo que en verdad quiero resaltar son las pocas palabras que crucé con Nathan. No lo sé, fue lindo.
Y cuando no había más asientos y él se quería sentar, y le ofrecí que se sentase en mis piernas, aceptó. No era como la típica película donde ella se sienta en las fuertes piernas de él y luego todo a su alrededor se desvanece y solo quedan ellos dos. La verdad es que no fue difícil darse cuenta de que yo era más pesada que él. De hecho, cuando le pregunté cuánto pesaba y él dijo que algo así como cincuenta y cuatro kilos, yo sonreí mentalmente. Pesaba once kilos más. Pero no me sentí mal porque hace poco había hablado con un profesional y me dijo que estaba en mi peso ideal. Así que no me importó, y él se sentó en mis piernas y no al revés y ya.
A la noche, cuando hacía frío y él no se movía de mis piernas (ya habían asientos desocupados pero él no estaba dispuesto a moverse, y yo no estaba dispuesta a dejar que se moviese) nos abrazamos y le hice caricias con mi nariz en su cuello provocándolo. Y él dejaba que yo lo provocase. Y yo no tenía pensado dejar de hacerlo.
Nos volvimos cuando ya había amanecido y caminamos con su brazo rodeando mi cintura.
Y se sintió bien. Se sintió genial. Pero creo que eso fue porque él es genial.
Él es el tipo de persona bonita que hace bien. Me hizo feliz conocerle porque, pese a que me contó de que la razón por la que empezó a fumar y a emborracharse fue porque necesitaba olvidarse de la mierda que vivía todos los días, seguía sonriendo. Y contando chistes, y haciendo sonreír a los demás.
Me hizo feliz conocerle porque sabía que personas como él no son de las que se conocen todos los días.
***********************************
Nathan grr grr
-inconexa

ESTÁS LEYENDO
Jules.
Casuale✩ella decidió romperse y repartirse entre extraños. [tal vez tú seas uno de ellos] ✩ dicen que Jules puede bailar con las estrellas. • • • {actualizaciones irregulares} {puedes pasarte a leer un rato}