(Carta). 13 de enero.

121 23 20
                                    

Momentos tristes que se convirtieron en besos (¿Recuerdas la noche del 7 de enero?) y sonrisas que se debilitaron al verte lejos y no a mi lado. Silencios de distancia que no paramos de intentar llenar con letras (es un vacío demasiado grande e imposible de llenar). Nos encontramos sabiendo que no nos quedaba otra que terminar alejándonos. Prometimos volver a vernos pero aún así se nos escapó una lágrima por cada paso que dábamos uno lejos del otro. (Sigo recordando las ruedas del autobús alejándote de donde queríamos estar). Porque mis brazos intentaron refugiarte, aunque es una lástima que seas lo suficientemente delgado como para escaparte de ellos. No te quise encadenar a mí pero creo que lo estoy haciendo igualmente, y lo más triste de todo es que no estamos haciendo más que aplazando el adiós que no queremos pronunciar.

Me duele demasiado el corazón cada vez que pienso en la canción que me dedicaste y en la verdad de las palabras.

Me duele demasiado cada vez que me doy cuenta de lo ciega que se debe de sentir ella al no saber realmente qué es lo que está ocurriendo contigo. También me duele el hecho de que sabía que era injusto para ella y que lo hice igual.

Me duele mi corazón y también el suyo.

Me duele cada corazón en nuestras conversaciones y cada madrugada dibujada en nuestras sonrisas. Y los dedos entrelazados. Y los guiños seguidos de risas. Y tu pelo suave enredado en mis dedos como mis dientes atrapando tu nariz.

Me duelen los mil cuatrocientos kilómetros que nos separan. Y me duele también la gente que lo hace.

Me duele el amor casi tanto como me hace feliz haberte conocido.

Porque conocerte fue como ver el cielo desde tus ojos y aprender que en verdad tiene muchísimas más estrellas de las que yo creía (estaban escondidas entre tus pestañas).

Conocerte fue como darme cuenta de que no todo es una mierda y que en el mundo hay personas que realmente valen la pena conocer. Fue como encontrar el punto y coma dentro de mi sonrisa.

Mierda, me está costando poder pensarte solo en minúsculas y dejar de extrañarte en mayúsculas.

Cada vez que prendías uno de tus cigarrillos me encendías (mi corazón está ardiendo). Y me quedé pensando en que tal vez me esté consumiendo junto a ellos (como la colilla que dejaste caer, formando el camino que sé que debo seguir para encontrarte).

Estoy orgullosa de haberte conocido porque eres hermoso en todos los sentidos de la palabra. Eres como esas personas de las que uno puede estar feliz de haber conocido. (Aunque me habría gustado poder conocerte más). Supongo que las agujas del reloj fueron demasiado rápido y nuestros labios demasiado lento. El tiempo se escurrió entre todas las cosas que tenía ganas de decirte, y casi sin darme cuenta, ya era hora de volver hacia donde pertenecíamos (Lejos el uno del otro. Mucho más de lo que nos gustaría). No quiero mirar atrás porque voy a anhelar volver a vivir algo que ya pasó y que no se volverá a repetir, porque cada momento a tu lado es único.

Y cuando tengas que darte la vuelva para alejarte de mí e ir hacia donde debes estar, yo no podré hacer más que arañar un corazón en tu espalda.

Gracias Nath.

Por todo.

************************************************

ALGUIEN TRÁIGAME UNOS PAÑUELITOS QUE QUIERO LLORAR.

No lo sé, Jules es,

Profunda.

Como un abismo.

(Solo rezo por que nadie caiga en él)

*

¿Qué piensan de Nathan y de Jules juntos?

A mi me parecen una pareja muy dispareja.

No creo que estén hechos el uno para el otro, lo siento. Dura realidad.

¿Y ustedes que creen?

-inconexa.

Jules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora