7 de enero.

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Hoy, dentro de una comisión de debate del campamento, se charló sobre género. Sobre el abuzo hacia la mujer. La presión de la sociedad hacia nosotras. Sobre la idea de que si no eres bonita y te casas (con un hombre) eres un fracaso como persona. Sobre lo desagradable de que te juzguen por tu forma de vestir, y por el machismo que respiramos todo el tiempo. Hay cosas que tenemos tan incorporadas en nuestra mente que siquiera somos conscientes de que no debería ser así. Se habló sobre por qué si te vistes con escote automáticamente te etiquetan como puta. Sobre el basurero que pasa y te grita cosas obscenas. Sobre el miedo de andar por la calle sola en la oscuridad y de que venga alguien y abuce de uno. Horrible.

Y en medio del debate, una chica, llorando, admitió que en dos días se cumplían tres años de que había abusado de ella su hermanastro. Y fue horrible. Por ella, por la situación, por la mierda de sociedad en la que estamos metidos.

Después admitió también que ella era el producto de una violación de padre a hija. Eso significaba que su abuelo había violado a su madre, y de ahí había nacido ella. O sea que su abuelo, era también, su padre.

Horrible.

Y me sentí mal, porque Dios, yo vivo quejándome de todo lo malo que me sucede y en el mundo hay gente que la está pasando mil veces peor. Personas a las que le quitaron la voz y no tienen manera de pedir ayuda. Me sentí tan egoísta.

Como soy una persona muy empática, más tarde, me seguía sintiendo mal. Entonces se acercó una amiga y me ofreció ir a escuchar con ella bajo un arbusto a los Red Hot Chili Peppers. Acepté, porque los amaba, y porque me haría bien despejarme un poco. Y Nathan nos acompañó.

Charlamos de cosas sin importancia por un rato, hasta que Otherside empezó a sonar y todos nos quedamos en silencio. Todo pasó tan rápido, que de un momento a otro, todos mis problemas se me cayeron encima. Fue como en esos momentos en los que te deprimes sin razón alguna. Simplemente te deprimes y yá. Y cuando Anthony Kiedis empezó a cantar "How long? How long will I slide? Separate my side" mi respiración se empezó a acelerar.

-Ju, ¿Estás bien?

-Si si -Le respondí a mi amiga quitándole importancia. Como siempre.

-Hey, ¿Nos dejás...? -Preguntó Nathan a mi amiga. Ella entendió enseguida, se levantó y se fue, dejándonos solos.

Yo estaba abrazada a mis rodillas, con la cara enterrada entre mis muslos.

-Ju.

-Qué -Respondí entrecortadamente, sin sacar mi rostro de entre mis piernas.

-Quiero que me mires -Dirigí mi vista hacia él, pero con el cabello tapándome el rostro.

-Te estoy mirando -Dije.

-No. Quiero que me mires en serio.

Ignoré su petición y me acosté en el pasto en posición fetal.

-¿Qué pasa? -Preguntó.

-Nada, ando algo cansada -Solo había dicho una media mentira. (Mi madre siempre dijo que por ser media mentira no dejaba de ser mentira).

-Cielo -Se acercó a mí-, sé que no es eso lo que te pasa. No voy a presionarte a que me cuentes -Dijo mientras corría el cabello de mi rostro y lo acariciaba-, pero quiero que sepas que estoy aquí. Y que puedes contar conmigo.

Sonreí tímidamente.

-Gracias -Dije. Eso era lo que necesitaba escuchar.

No me pregunten cómo, solo sé que pasó demasiado rápido, y de un momento a otro, su rostro estaba demasiado cerca del mío. Mis dedos enredados en su cabello y mis dientes agarrando su labio inferior.

-¿Ahora sí me darás un beso?

-No -Respondí contra su boca.

-¿Por qué?

-Ya te lo he dicho. Soy una persona malvada.

-Ah, así que ahora me encuentro frente a una mala persona -Dijo coquetamente.

-Así es. Mal por tí.

-¿Segura?

-Segurísima.

-Entonces explícame por qué tu brazo está temblando -Mierda, era cierto. Estaba tan absorta en él y yo y en nosotros y en él solo que no me había dado cuenta de nada más-. Las chicas malas no tiemblan.

-Oh, cállate.

-Oblígame.

Entonces rompí la distancia. Toda la que había entre nosotros. La arañé, la descuarticé, la hice desear huir de nosotros. Y nos besamos. Estuvimos besándonos hasta que nos ardieron los labios. No nos importó saber que nos habíamos perdido la cena por andar besándonos. No nos importó saber que todos estaban locos buscándonos. No nos importó saber que nos habían estado llamando desde hacía horas.

Tan egoísta como suena, solo importábamos nosotros.

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Voy a llorar, ayúdenme a encontrar un shipper para Nathan y Jules plis 

-inconexa.

Jules.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora