En Mis Memorias | Fanfic Snarry

Capítulo 5

El cambio más significativo de sus recuerdos y que inevitablemente tenía que cambiar todo era sin lugar a dudas el hecho de que sus padres siguieran con vida. Por supuesto Harry no se quejaba de ello, la vida con sus padres era un sueño, tanto que comenzaba a olvidar lo malo que fue vivir con sus tíos, su concepto de una familia comenzaba a formarse de forma correcta esta vez. La vida con sus padres era tranquila, claro de vez en cuando tenían sus discusiones pero nada serio. Después del incidente con la piedra filosofal la madre de Potter se había vuelto un poco más protectora y por un rato su padre estuvo demasiado serio, pero parece que ya se habían calmado un poco. Bueno, después de todo el mago que creían haber vencido estaba intentando regresar, si lo conseguía sin lugar a duda iría tras Harry, era normal que sus amorosos padres estuvieran angustiados sin saber que hacer, era volver a los tiempos de incertidumbre después del nacimiento de Harry cuando comenzaron a ser perseguidos por Voldemort para deshacerse de toda la familia.

Harry le estuvo escribiendo a sus amigos todo el rato, pero no recibió respuestas, en un principio se sintió mal al respecto, pero después recordó que esto no era algo nuevo, se acercaba el tiempo de volver al colegio, en sus recuerdos el motivo por el que no había recibido cartas de Hermione y/o Ron durante ese tiempo se debía sin más ni menos que a Dobby, el elfo doméstico. Claro que la mente de Potter no fue tan ágil como para recordarlo solo porque si, lo recordó solo cuando vio al mismo Dobby en su habitación. Esto ya había ocurrido cuando vivía en casa de sus tíos, que el elfo doméstico aparecía ante él para advertirle que no debía regresar al colegio por el incidente de la cámara de los secretos. El hecho de que este estuviera ahora en su habitación solo quería decir una cosa, tal y como recordaba, Lucius Malfoy ya tenía planeado que este año se abriera la cámara.

En ésta ocasión, no había una reunión importante, estaba en su casa con sus padres no es casa de los Dursley así que en esta ocasión no terminaría con barrotes en su ventana. Cuando el pequeño elfo doméstico mostró las cartas que había interceptado, Harry nuevamente intento quitárselas, sin miedo al desorden que pudiera causar. Sorprendentemente sus padres no escucharon el alboroto, o lo escucharon y no le dieron importancia pensando que solo se trataba de él jugando en su habitación. Para mala suerte, nuevamente Dobby salió de la habitación, no importaba que esta vez no lo fueran a encerrar como un criminal era mejor evitar que Dobby causará problemas así que lo siguió. No quería llamar la atención de sus padres sobre este, como su mamá estaba aún preocupada por su seguridad después de su enfrentamiento con Voldemort, Harry no podía estar seguro que al escuchar la advertencia de Dobby ésta no insistiría en que no fuera al colegio este año; que si tan solo regresar dijo que no lo enviaría otra vez si no estaba segura de que estaría a salvo, fue su padre el que que al final la convenció de que era necesario que Harry fuera al colegio.

Lily se encontraba preparando un postre en la cocina, de vez en cuando los hacía para Harry cuando tenía tiempo libre. En cuanto Harry la vio le hizo señas a Dobby indicándole que saliera de allí, obviamente Potter olvido que el Elfo doméstico no estaba de su lado en estos momentos, al ver que Harry no lo quería cerca de su madre se le ocurrió la misma idea que en la reunión del tío Vernon: "hacer algo malo para que Harry fuera castigado". El elfo elevó un bol que la madre de Harry tenía sobre el mesón de la cocina lleno de harina de trigo y lo hizo levitar en dirección a ella mientras Harry negaba con la cabeza.

- ¡Mamá! - gritó para advertirle a la mujer que no sabía lo que pasaba detrás de ella, en esta ocasión no tenía porque ser discreto. Pero en cuanto esta volteo el bol le cayó encima haciendo un desastre.

- ¡¿Harry?! — dijo la mujer limpiándose los ojos mientras Dobby desaparecía. Al joven le tomo un momento darse cuenta de como se veía el asunto, habían quedado solos y los bols no se mueven por su cuenta así que era natural que su madre pensara que fue cosa de él. — ¡¿qué está pasando?!