𝚇𝙸𝙸

413 48 8
                                    

Will se inclinó un poco para ver a través de la ventanilla era Hannibal así que maldijo internamente pero tampoco quería caminar, así que se subió sin decir más.

—Y....su galán ¿dónde está? — pregunto Hannibal casualmente

"Wanda" iba con los brazos cruzados mirando el paisaje de noche a través de la ventanilla del copiloto —Tuvo un inconveniente prefiero hablar de eso. —

Hannibal suspiro apretado un poco el volante mientras conducía— Wanda por favor ¿Qué hice mal? ¿Te falte el respeto acaso? Dímelo, no puedo más con esta ley del hielo—

"La pianista" suspiro enojada —Te vi hace unas noches con una mujer rubia elegante...muy bonita totalmente perfecta para ti— admitió por fin sus celos o más bien talvez una pequeña inseguridad desde el fondo de Will.

El mayor hizo memoria, la única mujer que había visto y que fuera rubia era la señorita Du Maurier, si Wanda hubiera estado ahí la hubiera reconocido, pero talvez estaba muy distraído...— Ohh... ¿Te refieres a Du Maurier? — sonríe Hannibal

—Si como se llame "esa"— dijo irritado Will

Hannibal se orilló un poco riendo tomando la mano de su amada pianista, podía jurar que "Wanda" había hecho trabajos de campo o de fuerza pues está tenía manos algo toscas para una dama pianista —Ma belle et douce Wanda, Belinda Su Maurier es solamente una conocida con la que hable un asunto muy importante —

"La" pianista quitó su mano mirando a otro lado — ¿Aja cómo no, entonces de que hablaron? —

Hannibal sonrió —No es el momento ni el lugar adecuado para decírtelo Wanda, pero por favor ven mañana conmigo al restaurante de la terraza del hotel, y te lo diré—

—Cómo sea ni me interesa, mejor llévame al hotel quiero dormir ya—

El mayor suspira un poco y reanuda la conducción —Créemelo Wanda, aunque quisiera decírtelo ahora no es el lugar perfecto, te lo aclare todo mañana lo prometo—

Will suspira al mirar el hotel y más cerca, al llegar no da una respuesta, solo se baja y se va sin más a su habitación, Hannibal prefiere dejar que su "amada" descanse y no molestarla más de lo que ya está.

Will sube a su habitación, mirando a Beverly acompañada de la misma chica que miro cuando se llevaron a Matthew a la cárcel — ¿Quién es ella Bevs? — pregunto sin rodeos

— Wanda, ella es Freddy Lounds, Freddy ella es Wanda Graham— sonrió presentándolas.

—Un gusto, señorita Wanda lamento que su noviecito resultará un distribuidor de droga— dijo sarcásticamente Freddy.

"Wanda" suspiro —vaya una arpía que se alimenta de las desgracias ajenas, buenas amistades buscas Bevs— mejor se fue a dar un baño asegurándose de poner seguro por cuidado de que la pelirroja no descubriera todo el teatro montado entre Beverly y él.

—Creo que te tolera...eso ya es un gran paso— dijo Beverly con su mayor positividad mirando las fotos que la futura periodista tomo de esa noche.

—Mh...si tú lo dices, lo vuelvo a repetir Beverly esto no me parece normal, ese chico que fue arrestado parecía ser sincero al no saber lo que ocurría— saco de su bolso rojo, un par de fotos —mira estás son fotos de su habitación de personal que les da el hotel, logré tomarlas antes que se llevaron la evidencia—

Beverly se sorprendía cómo diablos es que Lounds lograba colarse antes que cualquier reportero o periodista, al saxofonista miro las fotos, en la cual el cuarto parecía algo desordenado, la droga había sido haya en puntos muy fáciles de encontrar.

—Esto está muy raro, ¿puedo quedarme estás para seguirlas analizando? —

La pelirroja asintió tomando sus pertenencias —Bien te veo mañana — dijo para irse, Beverly se levantó, puso llave y tocó la puerta del baño, donde estaba Will.

—Ya se fue, ya puedes salir— la puerta se abrió, Will ya no llevaba su disfraz de "Wanda" rápidamente tomo as fotos que Beverly se quedó y las analizo.

—Fue implantada, querían que encontrarán esto...— se sentó el pianista mirando las fotos.

—Pero quien quisiera inculpar a un pobre mesero de ello? Talvez debería dinero—

Will paso su mano por sus rizos, mirando al techo y luego las fotos — Matthew dijo que lo fuera a ver mañana a la comisaría, talvez él sabe quién fue. —

— ¿Will, y si esto es una maldita trampa y estamos cayendo en ella? —

Ambos se miraron pensando en la probabilidad de esto último, ellos estaban en una línea muy fina entre caer en una trampa de los mafiosos que querían eliminarlos o bien que Matthew en verdad fuera inocente.

— Veré qué hago... también mañana Hannibal quiere hablar conmigo —

—Uhh~ eso me huele a reconciliación, si lo vas a perdonar primero pídele que te compre un yate— sonrió la saxofonista

—Por qué un yate? —

—Si la maldita mafia nos descubre por lo menos tenemos en qué escapar! — se excusó

Will y Beverly rieron un poco tratando de alivianar todo lo que estaban viviendo, una desgracia tras otra.

°°°

Mientras tanto en la comisaría de florida, un guardia de la cárcel se pone alerta casi temblando al ver un Bentley negro estacionarse y salir de este un hombre

—S-señor ... Le- —antes que el guardia pudiera decir más el hombre le interrumpió.

—No quiero que nadie sepa que tuve aquí, solo vengo avistar a un viejo amigo— siguió su camino dentro de la cárcel obviamente el hombre era respetado pues nadie le cuestionaba que hacía ahí adentro.

El hombre se dirigió hasta una celda donde música clásica predominaba sobre todo instrumentos de cuerda —Tobías Budge, un gusto volver a verte —.  Dijo llamando la atención del hombre dentro de la celda quien hacia ademanes de estar tocando un violín imaginario.

—Vaya ... La muerte en persona, pensé que moriría por la silla eléctrica, no por usted, señor Lecter — se levantó apagando su pequeña radio.

Hannibal ríe un poco sacando de su saco una foto de Matthew Brown pasándola por los pequeños espacios de los barrotes —Dale la cálida bienvenida a nuestro querido recién llegado Tobías... Y posiblemente veas la luz del día antes que la de la muerte—

El hombre miro la foto y la guarda se sienta en el catre de la prisión —bien—

Hannibal asintió —déjalo vivo, lo necesito vivo...por el momento—

Antes que el mayor pudiera irse el prisionero se acerca a los barrotes y pregunta —Y... ¿Franklin cómo esta? —

El mayor suspira mirando a otro lado —A veces me llama para contarme que más tenemos en común, supongo que está bien, aún piensa el pobre hombre que estás con tus padres en Roma —. Ríe un poco ante la ingenuidad de su ex paciente.

Tobías asiente ligeramente y mira a Hannibal irse, Tobías mira el techo frotándose los ojos frustrado —Solo una vez más... Tobías, pronto ese bastardo obtendrá su merecido—

Tobías se mira su mano, la cual había sido destrozada por Hannibal cuando Tobías cometió un error en un cargamento de armas, una cicatriz atravesaba donde deberían estar su dedo índice hasta el meñique, el doctor no pudo hacer nada por salvar sus dedos cuando lo llevaron a emergencias después de que Hannibal lo dejara a medio morir.

_______________________________

Ma belle et douce Wanda / mi hermosa y dulce Wanda.

Pd: no se por que tuve demasiados problemas para publicar está parte













No podemos casarnos !Donde viven las historias. Descúbrelo ahora