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Luisa tuvo que quitar a dos personas de la mesa de mi padre, pero a mi eso no me importa, no iba a dejar que sentaran a Dan lejos de mi. Cuando por fin nos acomodamos en la mesa, mi padre entro al salón, llevaba un traje negro, corbata y camisa del mismo color, parecía mas joven de lo que realmente era, tenia el pelo negro  con algunas canas que se asomaban, una gran sonrisa adornaba su rostro. Ese era mi padre, el gran Hector Miller. Mientras caminaba, iba saludando a personas que se acercaban a él emocionados. Los nervios volvieron a mi, no sabía que iba a pasar, pero esperaba que mi papá tomara la misma actitud que por teléfono, ya que ahí fue muy amable y considerado.

Después de casi 15 minutos de saludar gente, por fin llego a la mesa, las demás personas que nos acompañaban se pusieron de pie para recibirlo, pero ni yo ni Dan nos levantamos, yo por nervios y Dan creo que por quedarse tomando mi mano. Mi padre al darse cuenta, dirigió su mirada a mi, me sonrió y caminó hacia donde yo estaba. Dan me apretaba la mano, mientras yo temblaba.

—hola mi niña...

—papá— dije en un susurro.

—te ves hermosa ¿Como has estado?

—bien...

—¿Me dejas darte un abrazo mi amor?

Movi la cabeza en forma afirmativa, solte a Dan y me puse de pie, mi padre se acerco mas y me atrajo a sus brazos, por un pequeño momento me relaje, tal vez mi padre haya cambiado, tal vez ahora es el padre que siempre desee. Después de besarme la mejilla, me solto y se alejo un poco de mi.

—papá, el es Daniel Reynolds, mi novio.

—¿Tu que?— parecia sorprendido, pero también algo molesto.

—mi novio papá— Dan se puso de pie y le extendió la mano para saludarlo.

—señor Miller...

—vaya— tomo la mano de Dan –esto no me lo esperaba –nunca mencionaste que vendrías acompañada.

—pensé que no habría problema.

—no, claro que no, es solo que me tomo por sorpresa.

Estaba algo confundida por la reacción de mi padre, pero no quería ponerme a pensar nuevamente, tome asiento de nuevo, junto con Dan. Mi padre seguia de pie atendiendo personas. Mas tarde, para dar inicio a la velada, mi padre subio al escenario y agradecio a los presentes, el evento era recaudatorio y beneficio. Empezaba a relajarme un poco, tome la mano de Dan y acaricié sus nudillos, el me sonrió dulcemente.

La fiesta iba avanzado tranquilamente, sirvieron la cena, vino blanco del mas caro y habia buffet de postres, Dan y yo comimos y después decidimos ir a la pista de baile, varias parejas ya estaba en ella disfrutando de la musica. Hasta este momento ya me sentía un poco relajada, la compañía de Dan ayudaba mucho. En la pista de baile, Dan tomo mi cintura con delicadeza, mientras yo lo agarraba abrazaba del cuello y empezamos a movernos lentamente la ritmo de la música. Por un momento eramos solo él y yo, nos perdimos en la música y dejamos que el ritmo nos a llevara a un lugar magico donde solo el y yo existimos.

—¿Estas disfrutando la fiesta?– dijo Dan en voz muy baja.

—ahora si...

—bien.

—¿Y tu?

—si tu estás contenta, yo lo también lo estoy.

—Dan, nos iremos cuando tu quieras, se que todo esto...– suspiré –se que estás incómodo.

—no estoy incómodo, solo no me gusta la presencia de Walter.

—lo se.

—y a tu padre no le agrado mucho mi presencia, no pudo ocultar su desagrado.

—no es eso, es solo que no le avise.

—cariño— beso mi frente –a veces me sorprende tu ingenuidad.

Recargue mi cabeza en su pecho, no quería profundisar el tema, sabia perfectamente que Dan tenia razón, pero no quería admitirlo, tenia la esperanza de que mi padre hubiera teniado esa razon por otra causa. Tres canciones después, nos fuimos a sentar, mi padre no estaba en la mesa, asi que estabamos mas tranquilos y relajdos que nos pusimos a platicar de la feria y los planes que teniamos sobre la misma. De pronto Walter nos interrumpió.

—buenas noches.

Dan y yo alzamos la vista para verlo, pero no le contestamos el saludo.

—tu padre quiere que me acompañes en un baile.

Abri muchos los ojos al escuchar la palabras de Walter, Dan se puso de pie bajo mi mirada sorprendida y se acercó a Walter.

—sobre mi cadáver— dijo molesto.

—como quieras— sonrió –son órdenes de su padre, no mias.

—antes muerto a dejar que la toques.

Me puse de pie, pero no me coloque en medio de los dos por la advertencia que me habia hecho Dan, solo me pare a su lado.

—Walter, no voy a bailar contigo, antes prefiero marcharme.

—perfecto— Walter volteo hacia donde estaba mi padre –dicelo a él.

Cerre los ojos por unos segundos, voltee hacia Dan y le tome el brazo con delicadeza, tratando de no alterarlo mas.

—ire hablar con él, por favor Dan, no dejes que te irrite.

—te acompaño.

—no, es mejor que vaya sola, por favor es espérame aquí.

Le di un beso en la mejilla y sentí que Dan se relajo, le sonreí con cariño y después camine hacia donde estaba mi padre. No podia permitir que quisera manejarme a su voluntad otra vez, tenia que poner mis límites. Cuando llegue a su lado estaba hablando con otras personas, lo interrumpi y lo guie a un lugar donde nadie nos escuchara.

—¿Por que quieres que baile con Walter? Sabes perfectamente que vengo acompañada.

—amor, no sabía aque ibas a traer a un novio, Walter y yo tenemos negocios juntos, hace unas semanas se convirtió en mi socio y quiero complacerlo, le gustas.

—lo se, él me lo dijo, pero yo tengo pareja papá, por favor no me obligues a bailar con él, seria algo horrible para Dan.

—es solo un baile amor, no creo que a tu novio le moleste.

—papá, tu no sabes todo lo que ha pasado con Walter, Dan lo odia, por favor, te lo ruego papá, no me obligues.

Tenia los ojos llenos de lágrimas, tenia miedo de no convenser a mi padre y si me obligaba a bailar con Walter, Dan se iba a volver loco. No quería un enfrentamiento entre ellos dos.

—esta bien, no bailes, pero mañana nos vas a acompañar a desayunar a mi y Walter.

—¡¿Que?! ¡No!— no podía creer que después de lo que acababa de decirle mi papá seguia insistiendo con juntarme con Walter.

—amor, es solo un desayuno en casa, ahi estare yo en todo momento, por favor, quiero cerrar un negocio con el, pero la unica condicion que me pidio era poder acercarse a ti, solo quiere hablar contigo.

—papá...— toque el puente de mi nariz en señal de frustración.

—amor, es un favor que te pido, hazlo por mi y te prometo que ayudare a ese novio tuyo, buscare una disquera para que les hagan una audición.

—¿En serio harias eso?

—solo si desayunas conmigo y Walter mañana.

Una audición en una disquera era el sueño de Dan, no podia negarme, sabía que al escucharlos los contratarian sin pensarlo. Era una oportunidad que no podia dejar pasar. Mire a la mesa y vi que Dan no me quitaba los ojos de encima, parecía serio, acechando, como si esperara un mal movimiento de mi padre para atacar. Y lo entendi, entendí lo que debía hacer, lo haría por Dan y los chicos, un sacrificio que valdría la pena.

—esta bien papá, acepto.


Dan, Mi Corazón Te Pertenece (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora