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Llevo poco tiempo con Dan, pero me atrevo a decir que lo conozco bien, tiene la facilidad de no poder ocultar sus emociones con su rostro, a veces es divertido ver las expresiones de su cara, como en este momento. Dan y los chicos se mantienen alejados de los vicios, si toman una que otra cerveza, pero nada que exceda dos o tres botellas cada quien. Creo que el verdadero vicio de los chicos era la música.

—empiezas a decir incoherencias– Dan amplio aún más su sonrisa –ven...– extendió su mano para que la tomara –vamos a darte una ducha.

—¿Por que haces todo esto? No tienes ninguna responsabilidad conmigo y aún asi me cuidas...

—pense que era obvio.

—no para mí, casi siempre la gente a mi alrededor me odia, como mis padres.

—ranita, eso no es cierto.

—a veces me preguntó, porque me tuvieron— mis ojos se llenaron de lagrimas —¿Por que me odian mis padres Dan? ¿No soy suficiente para ellos? ¿Para ti? ¿Para todo el mundo?

—te amo Rene y lo único que quiero es cuidarte y estar a tu lado, deja el pasado atrás, tus padres cometieron errores, pero tu eres un mujer fuerte, hermosa y muy valiente, eso me gusta de ti.

—¿En serio?— mi llanto se hizo más fuerte –¿Me amas?

—si mucho— me atrajo hacia él y me abrazo, yo me aferre a su abrazo y deje que todo el llanto saliera, tenia miedo de que mi padre no aceptará ir a la feria, de que Walter no me dejara en paz y lo mas importante, tenia miedo de desilusionar a los chicos.

*********

Sentía que mi cabeza me iba a explotar, sentada en el banquillo de la barra mientras me tocaba las sienes con mis dedos, mi expendio novio hacia licuado mientras mi cabeza se partia en mil pedazos por el ruido de la licuadora. Se que era un tipo de venganza de Dan, su sonrisa mientras preparaba el desayuno lo delataba. Queria ponerme de pie y patearle el trasero a Dan, pero el dolor era tanto que no podía. Lo mire de mala manera, pero él solo me ignoraba y seguia consentrado en el desayuno. La mayoría de mi noche estaba borrosa, recuerdo que me embriegue, la visita de Walter y Dan sujetando mi cabello mientras vaciaba el contenido de mi estómago, pero lo demas estaba borroso, esa como cuando duerme y sueñas y a la mañana siguiente quieres recordar el sueño pero no puedes.

—Dan— cubrí mi rostro con mis manos —¿Podrias dejar de hacer eso?

—¿Que?— su voz era burlona, estaba disfrutando el momento.

—la licuadora— me destape la cara, lo mire molesta y señale hacia el aparato.

—muy buena ¿Donde la compraste?

—Dan...

Dan apago el aparato, sonrio mientras negaba con la cabeza, y se acerco a mi, me tomo por la cintura y y levanto mi cabeza para que lo viera a los ojos. En ese momento todo parecía estar bien, su dulce mirada se clavo en mi y no pude evitar sonreír, eso provocana Dan, tenia el poder de tranquilizarme en un instante, a su ladoe sentia segura y amada.

—espero que lo de anoche no se vuelva frecuente, el alcohol no es bueno.

—lo se y te juro que jamas lo hare, no quiero volver a sentirme así jamas.

—Rene, siempre que quieras hablar yo estoy para ti, me puse un poco triste porque tuviste que emborracharte para abrirte conmigo. Si realmente queremos que esto avance a otro nivel, debes confiar en mi, asi como yo confio en ti.

—Dios... ¿Que fue lo que te dije?

—no mucho, pero principalmente algo que creo llevas cargando muchos años.

—mi padres...

—esta bien, no tienes que contarme toda la historia de tu vida en un dia, pero puedes hacerlo poco a poco.

—lo siento Dan, mis inseguridades a veces son mas fuertes que yo, desearía ser diferente, pero mi cabeza esta llena de demonios.

—lo se, todos tenemos batallas internas.

—¿Tu también?

—claro— sonrió —cada día.

—no lo parece, siempre eres muy confiado y en el escenario demuestras mucha seguridad.

—porque en el escenario me siento seguro, soy el dueño del escenario, yo lo controlo, no el a mi. Todos tenemos un escape, un lugar seguro, el escenario es el mio.

—y tu el mio.

Me acerque mas a Dan y lo bese pero rápidamente me separe de él, Dan me miro entre sorprendido y confundido, pero me acaba de levantar y mi aliento era horrible, sumándole el olor del alcohol y el vomito de anoche. Como pude me levanté de la silla y caminé al baño, Dan me siguió hasta que llegué al lavabo, me mire en el espejo y pegué un pequeño grito de horror al ver mis ojos hinchados, mi pelo alborotado y mi maquillaje corrido, parecia sacada de una película de terror. Abrí la llave y empece a lavarme la cara, después tome el cepillo de dientes y me lave la boca, Dan solo me observanba con una pequeña sonrisa.

—estas hermosa así.

—claro que no— mi boca salpicaba pasta por todos lados, estaba enojada por el reflejo que había visto hace unos segundos, no puedo creer que Dan me haya visto asi.

—claro que si.

Se pego a mi espalda y beso mi hombro —eres la mujer mas hermosa que he conocido– otro beso –y en realidad me gustaría muchísimo que lo creyeras.

—Dan...— mire sus ojos por el reflejo del espejo.

—anoche me dijiste que me amabas ¿Era cierto?

Movi la cabeza en forma afirmativa.

—¿Y crees que algun día me lo diras sin estar ebria?

—te amo...

Dan me dio la vuelta me tomo del rostro y comenzó a besarme, aun tenia pasta dental en la boca, pero no me importo, sentir a Dan serca lo mas maravilloso de este mundo. Estar junto a él me hacia creer que podia vencer cualquier obstáculo, que todo tenia solución y que tenia la fuerza y el poder para hacer todo lo que yo quisiera, asi me hacia sentir Dan, el tenia ese poder.


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Claudia Franco 🫶🏻

Dan, Mi Corazón Te Pertenece (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora