19

133 5 1
                                    

El lugar donde ensayaban era una casa que ellos habían adaptado para tener sus instrumentos y ademas tenian un pequeño estudio de grabación. Era raro, pero el lugar se sentia calido, como un hogar. Los chicos estaban fascinados mostrándome todo el lugar, yo estaba muy contenta, me encantaba pasar el tiempo con ellos, tenian la facilidad de que yo olvidara todo. Dan estaba sentado en un sillón grande, mientras los chicos me invadían con sus historias de algunas de sus presentaciones. Estaba un poco cansada de las muletas y mi pie estaba un poco hinchado, pero no quería perder esa conexión que estábamos teniendo. No se como, pero Dan se dio cuenta y se puso de pie.

—ven, sientate— me tomo del brazo y me guío al sillón.

—¿Y si pedimos algo de comer?– Ben se sento a mi lado.

—si por favor, muero de hambre– dijo Platzman.

Pedimos comida para todos, una hora mas tarde ya estabamos comiendo. Estas pequeñas cosas me encantaban, sentirme comoda en un lugar era difícil, pero ellos tenian la facilidad de que yo lograra ese objetivo. Mientras comiamos platicabamos de muchas cosas, cada dia nos conociamos mas y me sentia mas unidos a ellos.

—¿y ustedes? ¿Como van? ¿Ya son novios?– dijo Wayne dandole una mordida a su rebanada de pizza.

No puede evitar sonreír, no se si eramos novios o no, lo único que sabía es que me encanta estar con Dan y me sentia segura a su lado.

—eso no es algo que les importe– Dan se cruzo de brazos y se recargo en la silla.

—vamos Dan, son nuestros amigos, nos importa– le contesto Ben.

—nos estamos conociendo chicos, no queremos apurar las cosas– dije con tranquilidad —creo que Dan y yo estamos de acuerdo en una cosa...

—si, tiene razon Rene– Dan se apresuro a hablar —estamos de acuerdo de que ella es mia.

Mas tarde los chicos ensayaban algunas canciones mientras yo pasaba las fechas programadas a la nueva agenda. Hace algunos años atrás, conocí al hijo del dueño de la fábrica de dulces mas grande de Ohio, el señor Mendoza siempre hace una feria en Cleveland para promover sus productos y demas artículos, esa feria es muy conocida en mi cuidado natal y siempre tenían buena música, mi idea era hablar con el hijo del señor Mendoza. Esteban se convirtió en un buen amigo y le voy a pedir de favor que contraten a la banda de Dan, seria algo magnífico. Es un evento muy grande, conocido casi en todo el pais, y estaría genial que los chicos tocaran en la feria, aunque eso signifique volver al lugar del cual sali huyendo.

Caida la noche regresamos a casa, Dan habia decido quedarse conmigo, algunas veces los hacía para ayudarme sin necesidad de ir y venir de su apartamento. Había dias que me desesperaba por no poder hacer cosas yo sola, un día me peleé con Dan por no poder agacharme a ponerme el zapato en mi pie bueno. Ese mismo dia llore como magdalena y después no podia dejar de reir por mis estupideces. Dan y yo estabamos recostados en la cama.

—¿tienes padres?— Dan dijo de la nada.

—claro— reír —entonces como nací.

—que graciosa— dijo serio —sabes a que me refiero.

—no quiero hablar de ellos Dan.

—¿Por que? ¿Entonces como vamos a conocernos? ¿Nunca vas a confiar en mí?

—es que es difícil, mi padres no son los tipicos amorosos y yo me mude de Ohio para alejarme de ellos– abrace a Dan de la cintura y recargue mi cabeza en su pecho.

—por favor, platicame que te paso.

—tuve una infancia difícil, no se porque mis papás nunca me demostraron amor, ellos me criaron bajo un perfil muy duro y estricto, siempre tenía que hacer lo que ellos querían. Ellos elegían todo, estudios, amigos, novios y lo último que me hizo huir fue que mi mamá estaba planeando una boda con una persona que ni siquiera conocía y para el colmo era mucho mayor que yo.

—dios...

—mi padre es Héctor Miller, es el gobernador de Ohio.

—lo se...

—¿Que?– dije sorprendida –creo que es difícil manter en secreto quien soy— de pronto comprendí que mi padre podria encontrarme ya que no puedo pasar desapercibida, mi cara cambio de tranquila a entrar en terror –dios... Va a encontrarme...

—no lo hara, yo ingresé tu nombre en Google y vi algunas fotos tuyas, pero no creo que todo el mundo te quiera investigar.

—¿Me investigaste?

—me daba curiosidad– sonrió –ademas tu no me decias nada.

—lo siento...

—tu papá es poderoso ¿Por eso huyes?

—en parte si, pero mas que nada queria hacer mi vida como yo queria, no como ellos lo querían.

—¿Por que Las Vegas?

—de aqui es la familia de mi mamá y tengo una tia que reside aqui, siempre me lleve bien con ella y era lógico que mis padres pensarían que no iba a venir aquí, porque sabía que me iban a buscar.

—que lista– beso mi cabeza –¿Y porque no buscaste a tu tía?

—no la quiero meter en problemas, ademas no se donde vive exactamente.

—ya veo.

—ahora tu platícame de tus padres.

—mi padres son geniales, solo no querían que siguiera el camino de la música, pero los amo y a veces voy a visitarlos.

—¿tienes hermanos?

—5

—¡Vaya! Son una familia grande.

—demasiado— sonrió.

—¿Quieres muchos hijos?

—no se, no he pensado en eso. Quiero consentrarme en la música, pero si se presenta la oportunidad de tener un bebe no la desaprovecharía.

—ya veo— suspire y cerre los ojos –me agrada estar así.

—a mi también— me pegó mas a él.

—entonces ¿Ya nos conocemos mas?– levante la mirada hacia sus ojos.

—aun falta.

—pero podemos...

No termine la frase, pegue mis labios a los suyos y metí mis manos bajo su camisa y empece a acariar su abdomen. Dan correspondió a mi beso, pero de pronto lo corto.

—me da miedo lastimarte.

—no lo harás— acaricie su mejilla –tendremos cuidado.

—si te lastimo el pie me vas a decir ¿Verdad?

—te lo prometo.

Dan sonrio y se coloco encima de mi y empezó a besarme de nuevo.

.
.

Claudia Franco 🫶🏻

Dan, Mi Corazón Te Pertenece (PAUSADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora