Dos corazones que se encuentran y saben que estan destinados el uno para el otro, pero los obstáculos de la vida hacen que esa union parezca imposible.
Las fiestas con mi familia siempre eran presuntuosas, mucha gente, vino, adornos, flores y regalos ostentosos. Hoy iba a ser diferente, los chicos iban a tocar en el bar y ahi nos pasaríamos la noche buena. No me importaba, amaba estar con ellos, en poco tiempo se habían convertido en mi familia. Por otro lado Walter haría una pequeña reunión en la joyería para los empleados y tengo planeado asistir, estoy emocionada de ver a mis compañeras del trabajo, extraño un poco mi rutina en la joyería, pero mi "nuevo empleo" al lado de Dan me gustaba más. Comencé a arreglarme sola, Dan estaba ensayando y prometió llevarme a la joyeria, pero estaba demorando un poco asi que había decidido tomar un taxi, de pronto mi teléfono sono.
—hola— conteste al segundo timbre.
—Rene ¿Como estas?— Walter parecia emocionado.
—bien— me senté en la cama –emocionada por la fiesta de noche buena.
—yo también, mi padre nos acompañara.
—¿En serio? Que bien.
—¿Te va a traer tu novio?— su voz se hizo seria.
—ese era el plan, pero el tiene trabajo, me ire en un taxi.
—¡No!— dijo de pronto –esperame, voy por ti.
—no Walter, no es necesario, no te quiero molestar.
—no es molestia, ademas de que no quiero que andes sola en taxi.
—gracias— no sabia que decir.
Colgue la llamada y me puse de pie, tome las muletas y seguí arreglándome. El dolor de mi pie ya era menor, pero aún estaba incómoda. Diez minutos después ya estaba lista, solo me puse unos jeans, playera y un cardigan negro, me maquille muy ligero y me puse un poco de perfume. El sonido de la puerta llamo mi atención, me levanté con cuidado, tome mis muletas y camine hacia la puerta, Walter estaba guapísimo, se habia dejado la barba y traia un pantalón gris con una camisa tipo polo azul, cualquier mujer caeria rendida a sus pies.
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—te ves hermosa– dijo al verme.
—gracias, tu también estas muy guapo, te dejaste la barba.
—si, quiero verme rudo– sonrió –dicen que la barba atrae a las chicas.
—bueno ese depende del gusto de cada quien.
—¿A ti te gusta?
—pues si... te queda bien.
—perfecto, entonces se queda.
No supe que contestar, asi que solo hice mi sonrisa mas grande. ¿Por que le importa tanto mi opinión? Estaba pensando muy seriamente en lo que Dan me había dicho, que el quería llegar a algo mas conmigo, pero era algo difícil de creer, el es Walter... Mi jefe.
