Dan, Mi Corazón Te Pertenece (PAUSADA)

22

Dicen que una relación no debe estar basada en mentiras, así que tengo que decirle todo a Dan. Se que le haré pasar un mal momento, pero prefiero que sepa la verdad y ya con esa información sabra porque quiero renunciar. Suspire y tome aire muy disimuladamente, estaba agarrando valor, Dan quitó la mirada de la calle y la desvio hacia mi.

—cuando estábamos en la tienda, Walter me dijo que tenía que hablar conmigo y...

El sonido del teléfono de Dan me interrumpió, Dan lo saco del bolsillo de su pantalón, vio la pantalla y contesto inmediatamente, parecía molesto.

—¿Que? ¿Por que?– Dan discutía con la otra persona en la linea.

—¿Pasa algo?– dije en voz baja.

Dan volteo a verme y nego con la cabeza, pero era obvio que pasaba algo, Dan estaba irritado y era difícil verlo así, el siempre es muy tranquilo. Siguió con la llamada y después de 5 minutos colgo, detuvo el auto y suspiro. No me había dado cuenta de que ya habíamos llegado al bar donde Dan tocaba. No me gustaba el cambio de humor de Dan, pero no podia obligarlo a decirme que le pasaba, asi que con dificultad baje del auto. Mi acompañante al verme corrio hacia la puerta del copiloto para ayudarne, me dolia mucho el pie, pero no queria empeorar el estado de animo de Dan.

Caminamos hacia la entrada del bar, Dan no me miraba y eso me hacia sentir triste, me encantaba su mirada dulce y no verla me ponía mal y mas con la tarde tan horrible que pase con Walter, lo único que queria era todo el contacto posible con Dan, pero eso no estaba pasando. Entramos al bar y me quedé fascinada con la decoración , las luces navideñas le daban un toque magico y nostálgico. Dan me guio a mi mesa, me senté y él beso mi cabeza y después desapareció de mi vista. Algo le estaba molestando y mi maldita curiosidad no me dejaba tranquila, necesitaba saber que estaba pasando. La noche estaba avanzado muy mal, nada era como me había imaginado este día y para colmo Dan parecía distanciado.

Después de varios minutos Dan regreso con los chicos, la gran sonrisa de Platzman y Ben me alegraron un poco la noche. Los 4 se sentaron en la mesa, Dan a mi lado colocando su brazo en el respaldo de la silla donde yo estaba, siempre hacia eso, lo sentía como un gesto protector.

—¿Que te parece la decoración?– me preguntó Ben.

—es perfecta.

—Platzman y yo decoramos el lugar– continuo Ben –el dueño nos pidió el favor.

—pues dejame felicitarlos, les quedo espectacular.

—ni tanto...— dijo Dan.

—callaté Grinch— le respondió Wayne.

No pude evitar sonreír, Dan aún parecía distante, pero yo iba a tratar de cambiar eso, el siempre esta para mi y creo que esta vez me tocaba a mi estar ahí para él.

—¿Que van a tocar hoy? ¿Canciones navideñas?– mire a Dan directamente a los ojos.

—no...

—¿Por que no?

—no tenemos canciones navideñas.

—escribe una– me encogí de hombros, mi idea era que olvidará aquella llamada y distraer su mente en otras cosas (algo dentro de mi no sabía si era buena idea)

—no estan facil– sonrió y agradecí volver a ver su sonrisa.

—para ti lo es.

_¿Eso crees?

—si, tengo fe en ti– esa palabras encendieron algo dentro de Dan, su sonrisa se hizo mas amplia y sus ojos parecian brillar como nunca. Ahi fue donde entendí que el necesitaba esas palabras, pero creo que las esperaba de alguien mas y no de mi.

—gracias— levantó su mano y acaricio mi mejilla, después me regalo un beso en la misma.

—que cursis– Platzman interrumpió el momento –con tanta miel en poco tiempo estaremos rodeados de abejas– se acerco a mi, quito el brazo de Dan del respaldo de mi silla y coloco su brazo, Platzman siempre hacia este tipo de cosas, molestaba a Dan y nos hacia pasar momentos divertidos con sus ocurrencias, él era muy divertido y relajado –¿Ya te dio tu regalo de navidad hermosura?

—no— contestó Dan por mi, quitó el brazo de Platzman, pero en vez de colocar su brazo de nuevo, hizo que me levantara un poco y después me acomodo sobre su regazo y me abrazo por la cintura.

—yo no necesito nada, conocerlos a ustedes es mi mejor regalo.

—aw que linda– dijo Ben –nosotros también te apreciamos mucho.

Al parecer mi "plan" para sacarle esa llamada de la cabeza a Dan habia funcionado, se veia mas relajado y contento. Seguimos platicando de tonterias, Dan me tenia de la cintura mientras yo habla de como hace años atras me embriague en la preparatoria. Después de casi más de una hora de platicar, los chicos se levantaron de la mesa, era hora de que se subieran a tocar. Dan me coloco con delicadeza en mi silla, me sonrió y después beso mi frente.

—eres la chica mas hermosa en todas las vegas– toco mi nariz con su dedo indice.

—me gustas Dan, no es necesario que mientas– reí.

–no miento– se inclinó un poco y comenzó a besarme, sus labios sabian a gloria, amaba los besos de Dan. Cuando se dio por satisfecho se alejo de mi, se endereso y después camino hacia el escenario. Todo estaba listo para que empezaran a cantar.

Dan siempre cantaba canciones de acuerdo a como se sentía y creo que hoy sentia la necesidad de saber que el podia enfretar cualquier obstáculo, sin importar cual fuera. Dos canciones mas y bajaron del escenario, Dan regreso a la mesa mientras los chicos pedian bebidas en el bar.

—una vez mas, una canción muy hermosa.

—siempre dices eso– Dan se sento a mi lado.

–soy tu groupie– le guiñe un ojo.

—eso jamas– sonrió –mi novia.

–mmm no creo, una novia tiene muchas responsabilidades– bromeé –prefiero groupie.

—¿Ah si?– me tomo por el cuello y acerco mis labios a los suyos sin besarme –entonces no te dare esto.

—no harías eso– dije ansiosa, queria que me besara.

—ponme a prueba– se acerco mas, nuestros labios estaban a milímetros de tocarse, Dan miraba mis labios con deseo.

—no es justo...– dije en un susurro.

—di lo que quiero escuchar– su voz era muy baja y suave.

—¿Y vas a besarme?

—averigualo.

—soy tuya, siempre Dan.

—¿Que mas?

—soy tu novia— no pude evitar una sonrisa tonta, porque asi me sentia al decir esas palabras ¿Que edad teníamos? ¿15?

—¿Te burlas?— su voz aun era un susurro.

—nunca...

—bien.

Por fin pego sus labios a los mios, cerre los ojos y disfrute de aquel beso el cual me hacía tanta falta a mi como a él.