Bastardo infantil

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Bajo un hermoso paisaje desde el balcón de su habitación, Ilain disfrutaba de lo que era su primera visita a Latinoamérica

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Bajo un hermoso paisaje desde el balcón de su habitación, Ilain disfrutaba de lo que era su primera visita a Latinoamérica.

El sabor de Brasil se escuchaba a lo lejos con la brisa que lo envolvía, su garganta se sintió seca bajo un deseo de alcohol que solo él podía comprender.

Obedeció sus instintos deseosos de un buen Whisky, pero beber solo era aburrido por lo que le hizo una señal a su asistente

—No voy a ir —contestó

—Pero ni siquiera te he dicho que es lo que quiero

—Tu expresión dice más que mil palabras —confesó —vete a tomar solo

—Desgraciado

Salió de la habitación sin mencionar una sola palabra, Jaden reía bajo sus adentros, agradecía en ese momento que Ilain se fuera.

Él era el unció que sabía que Axtrik estaba bebiendo abajo, por lo que sería un buen acercamiento entre ambos.

Nada dentro de sus cálculos podía fallar.

***

Abajo en el bar Axtrik miraba pensativo su bebida, las palabras de Hécate solo fueron un balde de agua fría para él después de todo era la gallina de los huevos de oro de Mei.

¿Podría soportarlo? No, no lo creía

Una mirada peculiar lo invadió, giró su rostro tres cuartos para ver al hermoso hombre pelinegro con traje que lo observaba con impacto.

«Mierda»

Con algo más que admiración observó al cantante que lo fulminaba con la mirada, debía irse para evitarse inconveniente con él; sin embargo, su sed de tragó llamaba.

Se sentó a un lado de la barra pidiendo un Whisky con hielos.

La tensión entre ambos fue mortal, no querían tocar palabra o verse.

Ilain sabía a la perfección que lo odiaba, la pregunta era el por qué, ¿Un problema de una noche podía llegar a herir tanto el pensamiento de una persona para que lo odiara toda una vida?

La insistencia de sus pensamientos lo estaban hartando, hasta que se dignó a preguntarle por su actitud.

—¿Puedo saber que te sucede?

—Nada

—No seas idiota, sé que te sucede algo, no me diriges palabra, aunque sabes que somos socios, no te dignas a preguntar nada sobre las prendas que vas a usar para tus conciertos, me alejas como si estuviéramos en pandemia —exclamó

Axtrik dejó su bebida en la barra para luego irse.

—¡Oye espera! —insistió

Fue tras de él reclamando por sus acciones, Axtrik usaba lentes oscuros con un gorro y un cubre bocas para salir del hotel sin llamar la atención.

Mi jodido cantanteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora