→ Desistir

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Ok, el dia de hoy Sanha se sentia entre una mezcla de robot y un anciano.

No podia moverse, apenas y pudo levantarse y llegar hasta el colegio, salir y dirigirse hasta el gimnasio en la noche.

- ¿Sanha, te paso el baston? - bromeó Bin cuando lo vio llegar.

- Que gracioso, entrenador Moon - rodó sus ojos. Bin rió - Agradezca que vine. La verdad no se para qué, ni moverme puedo.

- Creo que no podremos empezar con algo de maquinas.

- Usted fue un torturador en su vida pasada.

- Deja de acusarme de ser malo, es mi trabajo - cruzó sus brazos.

- Esta bien, lo siento.

- Sientate, masajeare tus piernas - Sanha mordio su mejilla interior y obedeció - Espera - dijo el mayor poniendose de rodillas a su lado - ¿Me das permiso de tocar tus piernas?

- Hmm, ¿Si? ¿Por qué lo pregunta?

- Porque no quiero hacer algo con lo
que no te sientas cómodo.

- No es como si fuera a quitarme la ropa - rió y Bin sonrió negando - Adelante con los masajes, me los debe.

Bin rió y lo miró unos segundos, Sanha era un alumno tan único, emitía un aura de esas que sientes que puedes hablar con la persona libremente, confiar y tambien bromear. Le agradaba mucho.

Empezó el trabajo y masajeo con cuidado, escuchándolo suspirar de alivio. Notó que sus muslos eran sensibles, mucho, causándole pequeños saltitos, retorcerse de a ratos y haciéndolo reir también, Sanha diciendo que le causaba cosquillas que tocara allí.

- ¿Tiene mas alumnos aparte de mi? - preguntó el menor.

- Si, claro. En los horarios tempranos. Casi nadie quiere estas horas. Me sorprendi cuando Boo dijo que tenia un alumno a esta hora - sonrio.

- Era mas comodo para mi. Hmm... ¿Y son jovenes? Sus alumnos digo.

- Tengo de varias edades, adolescentes como tu, jovenes y también personas adultas.

- ¿Algun vez le gustó algun alumno? - Bin lo miró. Su alumno era tan atrevido.

- No, me lo prohibí. Porque si eso pasaba y los sentimientos crecían sería peor, porque bueno, tenemos prohibido relacionarnos de esa manera con las personas que entrenamos.

- Claro, entiendo - Sanha mordió su labio.

¿Por qué le habia preguntado eso? ¿Cuál quería que fuera su respuesta?

Sanha, detente, lo que seas que quieras lograr con ésto... Solo detente. No te puede gustar este hombre.

Lo miró unos segundos mientras Bin seguía, no, debía parar sus pensamientos. Esto no podía ser, no.

- Es tan bueno - susurró Sanha suspirando - ¿Puedo contratarlo para que lo haga seguido?

- Puedes contratar una persona dedicada a ésto, ella lo hará mejor.

- Pero me gusta cómo lo hace usted - lo miró, Bin también lo hizo y se perdió en sus ojos unos segundos.

- Em... Estas listo - dijo levantándose
- Tus piernas deberían estar mas
aliviadas.

- Si, así las siento ¿Me ayuda? - tendió su mano a Bin y éste lo jalo hacia arriba. Sanha a propósito se lanzó hacía él y lo miró a sus ojos con sus manos apoyadas en su pecho - Lo siento - dijo separándose.

- Em-empecemos - dijo y comenzaron con las rutinas que Bin tenía para el día.

Sanha seguía a su mayor, imitandolo, mientras que su mente se perdia por algun lugar del universo.

Había empezado los ejercicios para atraer a una chica, no parar que su entrenador terminara gustandole.

Queria llorar, quería hacer una rabieta allí mismo y golpear cosas. No había sido buena idea comenzar a ejercitarse con un hombre. ¿Debía cambiarlo por una mujer?

Suspiró aún perdido, y Bin lo miro a través del espejo.

Bin cerró sus ojos unos segundos, debía
detener también lo que sea que estuviera sintiendo, ni si quiera sabía qué era pero debía detenerlo porque sabía que no terminaría bien, solo debía centrarse en entrenar, para eso le pagaban.

Las horas pasaron y Sanha una vez más su lanzó al suelo, agotado, cuando terminaron.

- Voy a irme ahora ¿Quieres que te acerque? - dijo Bin.

- No quiero molestar.

- No molestas, además también me quedo tranquilo de que llegues seguro - Sanha sonrió.

- Está bien.

Se marcharon juntos, ambos amaban el hecho de que jamás se sentían incómodos uno con el otro.

Sanha iba sintiendo la brisa en su
rostro mientras Bin golpeteaba el volante escuchando algo de música.

- ¿Entrenador Moon, tiene pareja? - habló Sanha. Bin lo miró y sonrió - Lo siento, jamas puedo detener a mi boca - rió.

- Me he estado dando cuenta - rió - Y no, no tengo pareja.

- Wow, ¿Un hombre tan guapo sin pareja? Increíble.

- ¿Y tú?

- No.

- Wow, ¿Un chico tan guapo sin pareja? Increíble - ambos rieron. Sanha mordió su labio al pensar que era guapo ante los ojos del mayor, no dijo nada al respecto.

- ¿Cómo esta Roa?

- Mejor, mucho mejor. Me asuste demasiado porque no comía pero el veterinario me dijo que no era nada grave - suspiró - Así que no veo la hora de que salte por todo el departamento otra vez - sonrió.

- Ella estará bien - llevó una de sus manos a la del mayor que descansaba en el muslo.

- Si, lo estará - llevó su mano también
encima de la de Sanha y sonrió,
ambos las separaron después.

Sanha miró a un lado, habian llegado.

- Gracias por traerme otra vez. Lo veré la otra semana.

- No es nada. Nos vemos el lunes - sonrió y Sanha salio del vehículo saludándolo con su mano y el mayor se marchó.

Ambos suspiraron al mismo tiempo sin saberlo.

[...]

Algunos días después.

- No se si quiero seguir - dijo Sanha.

- ¿Tanto te explota cómo para que no quieras seguir? - preguntó Eunwoo.

- No es eso - llevó sus manos a su rostro - ¿Te acuerdas que te dije que estaba buenisimo y se partía? - Eunwoo asintió - Bueno, no solo me atrae por su fisico, creo que me gusta y estoy hablando en serio.

- ¿Gustar, gustar? - Sanha asintio - ¿Para noviar?

- Si - lloriqueo.

- ¿En serio? ¡Sanha, qué te pasó! ¡Qué te hizo!

- No lo sé.

- ¿Estas seguro que no solo le tienes
ganas?

- No, Eunwoo, él me gusta.

- Estas en problemas.

- ¡Lo sé y sobre todo porque es un hombre! ¡Ya no quiero que me gusten! - lloriqueo - Creo que dejaré de entrenar, no puedo dejar de pensar en él.

Eunwoo suspiró y Sanha se lanzó a su cama a pensar qué hacer.

Entrandor personal 𝘽𝙞𝙣𝙨𝙖𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora