→ Precaución

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- Pero primero me dijiste que dejarias de ir - dijo Eunwoo mientras comia una hamburguesa.

- Lo se, pero lo pense mejor y esto es un prueba de la vida. Y la pasare - dijo un decidido Sanha.

- ¿Seguro que quieres hacerlo?

- Por desgracia él me gusta, pero reprimire mis sentimientos lo mejor que pueda, los ignorare y hare que deje de gustarme.

- No creo que seguir entrenando con él haga que te deje de gustar.

- Funcionara ya veras - Eunwoo solo subió sus hombros.

[...]

Había pasado unos nuevos 3 días junto a aquel entrenador, Sanha trató de mantenerse firme a su meta de no dejar que le gustara. Se acercaba lo justo y razonable, lo hablaba solo para cosas referidas al los ejercicios y pedia ayuda para utilizar las maquinas.

Bin habia notado su alejamiento, o sea, sabia que no eran tan cercanos, se conocían hace nada pero desde el primer momento noto cómo se llevaron bien al conocerse. Solo trato de ignorar lo que pasaba y pensar que Sanha solo tenia dias malos.

Habían pasado 3 semanas, casi se cumplia un mes desde que empezaron a trabajar juntos y Sanha moría por dentro, no pensó que le costaría tanto sacarse de la cabeza a alguien que a penas conocía.

Rió al pensar en aquellas creencias de que era su alma gemela o lo que sea. Debía dejar de leer esas novelas.

Trató de enfocarse totalmente en sus trabajos de voluntariado y su trabajo en la cafetería pero Bin aun estaba ahi.

Suspiró antes de entrar un nuevo lunes al gimnasio.

- Hola, Seungkwan - saludó, ahora era amigo del chico del mostrador.

- Ey, Sanha. ¿Todo esta bien? Tu
cara...

- Estoy bien - suspiró - ¿Ya llegó el entrenador Moon?

- Si, está con una chica ahi en la sala.

- ¿Una chica? - Seungkwan asintió - Esta bien, iré a morir una vez mas.

- Suerte - rió.

Sanha frunció su ceño y llegó a la sala. La chica estaba casi colgada del brazo de su entrenador.

Una fina linea se formó en sus labios y su ceño se frunció mas, muchos más cuando Bin rió por algo que ella dijo.

- ¿Va a entrenarme? ¿O tendré que volver mañana? - Preguntó y Bin lo miró.

- Lo siento, Sanha, no te vi ahi.

- Aja - rodó sus ojos.

- Ella es Soojin, por hoy entrenara con nosotros - Sanha le dirigió la mirada a ambos y ella sonrió.

- Cómo sea -dijo y sin preguntar empezó a calentar como ya sabia hacerlo.

Por un momento Sanha pensó en sus actitudes y por qué reaccionaba asi, pero solo lo dejo pasar.

Bufaba cada minuto, no sabia si la chica en serio no sabía hacer ningun ejercicio o solo buscaba excusas para que Bin pusiera sus manos en ella todo el tiempo.

Rodó sus ojos, Bin ni si quiera le estaba dando la atencion de siempre y se sentía enojado por eso, la chica empezaba a molestarle. Se golpeó mentalmente también por enojarse por algo que no debia sentir. Ok, nada iba marchando bien.

Hicieron los ejercicios, utilizaron las máquinas y finalizaron el día, ni si quiera se despidió de Bin cuando terminaron y se dirigió al baño, cuando iba a salir se topó con él.

- Nos vemos mañana - dijo

- ¿Sanha, sucede algo? - tomó su
brazo con delicadeza.

- ¿No, por que?

- No lo sé, te siento raro conmigo. ¿Hice algo que te molestó?

- No.

- ¿De verdad?

- Si. ¿O sea, qué haria usted que me moleste? No.

- Esta bien. Hmm, ¿Quieres que te lleve a tu casa?

- No hace falta, puede ofrecerle eso a
Soojin - Sanha cerró sus ojos. ¿Por
qué estaba siendo tan idiota? Por favor, estaba celoso.

- Ya vinieron por ella - frunció el ceño.

Ah - mordió su labio - Entonces puede llevarme. Lo espero afuera.

Sanha caminó rapidamente y salió hasta donde se encontraba el auto del mayor. Como se atrevía a sentir celos. Negó una y otra vez y suspiró.

- Vamos - dijo Bin unos minutos después y se marcharon.

El viaje fue con un silencio horrible, una tensión enorme e incómoda. Ni si quiera la musica que salia del stéreo alivianaba el ambiente.

Ambos de vez en cuando miraban de reojo al otro, no habia una conversacion como antes, con un Sanha contandole anecdotas de sus voluntariados ni Bin contando travesuras de Roa.

- Nuestros silencios nunca eran incómodos y ahora en este momento lo es, no puedo dejar de pensar que hice algo mal - dijo Bin cuando ya casi llegaban.

- No hizo nada - suspiró - Ademas, ¿En serio le importa como esta siendo mi actitud hacia usted? ¿Yo le importo? - lo miró a sus ojos.

- S-si, claro. Digo, nos llevabamos bien y pense que podiamos ser amigos - Sanha sonrió. Amigos, repitio su cabeza.

- Usted no ha hecho nada, solo soy yo y mis... Dias.

- Bueno, espero nuestra relacion vuelva a ser linda y divertida como lo era, aún así nos hayamos conocido hace muy poco - sonrió, ya habian llegado. Sanha lo miró unos segundos, su sonrisa era tan hermosa y quería besarla en ese momento.

NO, SANHA.

- Claro.

- Nos vemos mañana.

- Nos vemos - dijo y sonrío a penas. Cuando iba a salir del auto se detuvo y volvió a mirarlo.

- ¿Sucede algo?

Que me encanta.

- No, que tenga buena noche.

- Igual para ti - una nueva sonrisa.

Sanha salió, suspiró y quiso hacer una rabieta allí mismo, no miró hacía atrás para saludarlo como todos los días e ingresó a su casa.

Estaba tan preocupado por las cosas que estaban sintiendo, se había puesto celoso, se habia enojado, y su bendita sonrisa lo enamoraba tanto. Ese no era el plan, se suponia que se deshaceria de sus sentimientos...

Él no podía seguir así, no, pensó que lo lograría pero claramente sus sentimientos eran mas fuertes.

Ahora si, adios, MoonBin.

Entrandor personal 𝘽𝙞𝙣𝙨𝙖𝙣Donde viven las historias. Descúbrelo ahora