El camino a casa fue horrible, en serio. Sanha podia notar como los nudillos de su padre se volvían blancos de lo fuerte que apretaba el volante.
Entraron a casa y su papá se dirigió a la cocina a dejar la comida que habia comprado para ambos.
- ¿No vas a hablarme? - preguntó Sanha.
- Ni si quisiera sé que decir, aún estoy esperando que me digas que es una broma.
- Papá, no es un broma - bajó su mirada y su padre volvió a callarse.
No debía sorprenderle la reacción, sabía que pasaría, y sabía que no iba a comprenderlo. Pero él tambien sabía que debía tratar de entender su mentalidad y la manera en la que había sido criado, muy a lo tradicional.
- Si esto es en serio - habló su padre otra vez - No quiero que vuelvas a verlo.
- ¿Qué? - ok el sabía también que era una de las cosas que podrían pasar pero escucharlo decirlo... No. Su pecho se oprimió.
- Sanha, ¿En qué mundo piensas que
su relacion esta bien? - golpeó la mesa - Primero son hombres y segundo, cuánto te lleva, ¿10 años? ¡Además eres menor!- Son 8 y realmente no me interesa. ¡Y qué si es un hombre!
- ¡No esta bien!
- ¡Qué es lo que no lo esta! Papá, abre tu mente, esto no es más algo del que la gente deba esconderse o avergonzarse. Yo lo quiero ¿Esta bien? Por favor, no me alejes de él.
- No volverás a verlo o juro que avisaré a la policía.
- ¿En serio quieres la infelicidad de tu
hijo?- Él no es tu felicidad.
- ¡Y tú que sabes!
- ¡Un hombre no puede serlo! - Sanha negó, ésto sería mucho más difícil de lo que pensó. Si alguna vez se sintió miedoso por decepcionar a su padre ya no lo sentía más, estaba indigando, aún así no tuviera el derecho de estarlo.
- Si llamas a la policía espero que luego no te arrepientas de haberle hecho tanto daño a tu hijo.
- No te quiero cerca de él - lo apuntó.
- ¡Papá!
- Ahí esta la comida, y todavía que compre lo que te gusta. Ire a dormir.
- ¡Papá! - gritó y un nudo empezaba a formarse en su garganta.
Quería romper cada cosas que veía a su alcance, pero trató de calmarse y entender que la reacción de su padre era la que debía ser y la que estaba esperando, por su puesto.
Ahora ya no se sentía mal, le había costado pero se había dado cuenta de cuanto importaba también sus sentimientos.
No iba a dejar que lo separe de él.
Espero algún tiempo y cuando penso que su padre estaba dormido; tomó un bolso, su mochila y salió de su casa.
Tenía el dinero ahorrado de su trabajo, no le haría falta por un buen tiempo, porque no pensaba volver allí hasta que su padre recapacitara.
Llamó un taxi y se fué.
Al llegar suspiró, ¿Metería a Bin en muchos problemas? Solo se quedaría una noche allí y luego vería qué hacer.
- Amor, por los cielos - respiró Bin, aliviado. Te llamé tanto, estaba preocupado - dijo cuando lo vio en la puerta de su departamento.
- Lo siento, apague mi telefono ¿Puedo quedarme hoy?
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Entrandor personal 𝘽𝙞𝙣𝙨𝙖𝙣
RomanceSi su padre pensaba que su cuerpo no era apto para que las chicas se fijaran en él entonces le daria el gusto y se pondria en forma, pero jamás pasó por su cabeza que aquel entrenador seria su perdición. Estaba claro que le gustaba mucho más los hom...