- ¡Entonces son novios! - gritó Sooyoung dando pequeños saltitos.
- ¡Shh! - Sanha tomó de su mano para que se sentara de nuevo. Se encontraban en en parque, a esperas de que fuera la hora de ir al gimnasio para él. Le habia contado todo sonbre lo de Bin - No somos novios.
- Aún - él sonrió.
- Si, aún. De igual manera no quiero apresurar nada, él dijo que fueramos despacio y estoy de acuerdo.
- Si, esta bien. Ay, Sanha, estoy muy feliz por ti, te dije que serían una pareja y serán la más linda - Sanha rió.
- Gracias. No quiero tentar a la suerte, solo dejaré que pase lo que tenga que pasar - suspiró - Aunque la peor parte aún no pasó.
- Bueno, así como tu relación irá con calma, el que tengas que contarle a tu padre también puede tomar su tiempo necesario, pero por favor, no dejes que pase tanto.
- Si, lo sé - suspiró - Bin dijo que estaría para mi cuando quiera enfrentar a mi padre y eso me calma y me da un poco mas de valor - ella sonrió.
- Me alegra que pueda ser una gran compañía, todo saldrá bien - apretó su mano y él asintió.
[...]
Sanha llegaba casi saltando al gimnasio, una preciosa sonrisa adornaba
su rostro.Seungkwan lo miró con su ceño fruncido y luego le saludó con una sonrisa.
- ¿Qué haces un lunes aqui?
- Necesito hablar con Bi-con el profesor Moon - sonrió nervioso - ¿Él ya llegó?
- Si, esta en la sala de espejos.
- Bien, te veo después.
- Claro.
Boo solo lo observó y luego solo se dedico a hacer sus cosas.
- Hola - sonrió Sanha apoyado sobre el marco de la puerta. Bin giró a verlo, sorprendido.
- ¿Qué haces aqui?
- Si, bueno, tambien es bueno verte.
- S-si, claro, lo siento - sonrió y se acercó tirando de él y cerró la puerta - Es lindo verte, solo me puse nervioso.
- Si, comprendo, causo esos sentimientos en las personas - Bin rió.
- Hablo del que pueden vernos juntos.
- Ey, tranquilo, no estamos haciendo nada malo. Eres el profesor y yo el
alumno, vas a enseñarme cómo ejercitar nada mas - Bin sonrió y le dió un beso rápido.- Le recuerdo, señorito Yoon, que usted ya no es mi alumno.
- Bueno, profesor Moon, queria saber si podia volver con usted - sonrió y luego estiró sus labios para que le diera otro beso.
- No, puede ser peligroso - Sanha rodó sus ojos.
- Nadie va a saberlo, nadie va a
sospechar nada, lo prometo - tomó sus manos. Bin suspiró.- Tú no eres muy discreto - miró sus manos. Sanha las soltó.
- Estaré a 10 metros lejos de ti cuando
estemos aquí, lo juro. Digo sera un poco difícil pero lo haré. Aunque si necesito ayuda con algo tendrás que venir a mi - Bin rió.- Sanha.
- Por favor - hizo un puchero.
- Aaaah, esta bien.
- Gracias - se lanzó a él y lo besó, Bin
lo separó unos segundos después.- Sanha, en qué quedamos.
- Lo siento, lo siento. Pero admite que también querias besarme - dijo saliendo de la sala, Bin negó - Iré a decirle a Seungkwan.
Bin suspiró, ¿Podría estar ahí con él sin suspirar como un adolescente cada vez que lo mirara? ¿Podría mantener sus manos lejos de su cintura y así evitar acercarlo a su cuerpo y besarlo mientras susurraba cosas lindas? Suspiró nuevamente, sería difícil, pero podría.
La clase comenzó y Sanha notó que había mucha más gente desde la última vez que él había entrenado con Bin.
Alguna que otra vez cruzaba miradas
con Bin, sonriendo sin querer. Se había alejado a propósito hasta la otra esquina y así mantener lejos el deseo de rodear con sus brazos el cuello del mayor y besarlo.Sanha lo observaba, tan dedicado y paciente, sonriendo de vez en cuando, cuando mujeres mayores le hacían cumplidos y ofrecían presentar a sus hijas, Sanha solo rodaba sus ojos. Si supieran.
Ok, definitivamente ya no tendría la atención de Bin como antes, al menos allí no, habían demasidos alumnos.
La clase terminó, todos se despidieron y Sanha tardó a propósito en terminar de estirar sus musculos.
- No sabía que tus alumnos habían aumentado tanto, digo, a ésta hora solo estaba conmigo - se levantó y tomó sus
cosas.- Si - rió - Tú me abandonaste pero llegaron muchos más.
- No te abandone, estaba en crisis con mis sentimientos ¿Si?
- Esta bien, no te enojes - rió, Sanha rodó sus ojos.
- Creí que me habías entendido.
- Y claro que lo hice, amor. Solo estaba bromeando.
- Cómo sea.
- Ey - se acercó a él - Solo era una broma, por su puesto que sé lo que pasaba por tu mente y en tu corazón y lo difícil que era afrontarlo, te comprendí y también estoy para tomar tu mano y pararme junto a ti en lo que aún falta afrontar. En serio.
- Lo sé, lo siento - suspiró.
- Sanha, te quiero.
- También te quiero - Bin sonrió.
- ¿Quieres que vayamos a comer algo?
- Ah quieres que se me pase con comida, buena jugada, Moon - Bin rió.
- ¿Eso es un si?
- Lo siento, mañana tengo clases y sé que papá quiere que esté en casa temprano.
- Claro, entiendo.
- Pero el fin de semana podemos.
- Si, esta bien. Vamos, te llevo.
Luego de saludar a Boo ambos se dirigieron hasta el auto y se marcharon a casa de Sanha.
Al llegar Sanha lo miró unos segundos
y sonrió, había vuelto sus movidas del principio, cuando recién se habían
conocido, entrenar, que lo llevara a casa, conversaciones del día...Se sentía bien, muy bien.
Tan bien que, creía que faltaba algo malo para que todo estuviera balanceado, aunque obvio no lo deseaba.
- ¿Qué sucede? ¿Por que me miras asi? - preguntó Bin.
- Me gustas y demasiado - Bin sonrió.
- Tú también me gustas, tanto, Sanha - se acercó a él y lo besó con suavidad. Sanha llevando su mano a la nuca del mayor, presionando.
Quería ser libre y poder hacer aquello siempre, sin que a nadie más le importe, sin que a nadie más le hiera, sin recibir ciertos tipos de comentarios, ser totalmente feliz.
- Estoy feliz de que seas mi entrenador
otra vez - dijo Sanha separandose.- Yo hubiera preferido no serlo, pero ya está.
- Ey, nada malo va a pasar.
- Espero que no - suspiró.
- No lo hará - frunció su ceño - Debo
irme, te veré mañana.- Si - sonrió.
- Te quiero - dijo y dejo un ultimo beso antes de bajarse.
- Te quiero, mi amor. Adios - saludó con su mano y esperó hasta que Sanha entrara para luego dirigirse a su casa.
De verdad esperaba que todo marchara bien.
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Entrandor personal 𝘽𝙞𝙣𝙨𝙖𝙣
RomanceSi su padre pensaba que su cuerpo no era apto para que las chicas se fijaran en él entonces le daria el gusto y se pondria en forma, pero jamás pasó por su cabeza que aquel entrenador seria su perdición. Estaba claro que le gustaba mucho más los hom...