Capítulo 12.

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Trepó en silencio sobre aquella enorme y espaciosa cama sin quitarle la mirada de encima. Hana había ido en busca de su tutor pues no había creído mucho sobre lo que Lily le había mencionado esa tarde.

Nanami se encontraba totalmente dormido y el reloj ya marcaba las 4:30 de la tarde. Hana ya llevaba el cabello limpio y seco y lo que menos se imaginó llegar a casa de sus padres, fué ver a su tutor durmiendo como a un bebé.

Él se miraba muy cansado, ¿En serio había llegado a las 6 de la mañana a casa? ¿Que tanto había hecho Nanami toda la noche en la empresa como para haber llegado tan tarde a su hogar?

—Reconozco tan bien cuando alguien en especial hace eso...—vaya vocesota, Hana sonrió con gracia pues había estado acariciando su cabello suavemente. Nanami había despertado por aquél toque tan dulce, ¿Qué hacía su tierna y perezosa hija ahí?— ¿Qué haces aquí, mi amor?

—Arreglé mi cabello —respondió sacudiéndolo un poco, Nanami suspiró profundamente cuando el olor a salón llegó a sus fosas nasales. Hana siempre solía andar el cabello atado en una coleta alta y era muy raro verla con el cabello arreglado. Aquellos cansados ojos marrones la miraron con dulzura pues Hana estaba haciéndose un pequeño bigote con algunos mechones de su cabello— ¿Ahora me parezco a papá?

—Te pareces muchísimo a él pero no por el bigote, mi amor —Hana soltó de aquellos mechones y sonrió feliz. Nanami parecía adolorido, Hana pudo escuchar como su espalda y cuello hicieron mucho ruido y no era algo normal, que se haya dado tanto tiempo en la empresa, ¿Acaso él estaba ocultando algo?— Maldición...

—¿Por qué llegaste tan tarde a casa, papi?

Lo vió levantarse entre quejas mientras se tomaba de la espalda baja y éste sólo se dedicó a caminar al baño.

Nanami no respondió a su pregunta y a Hana, eso le había parecido muy, pero muy raro.

—¿Estás molesto porque te desperté? —se levantó de la cama luego de rodar sobre ella y se encaminó en dirección al baño, Nanami estaba lavando sus dientes y éste ya se había quitado la camisa a botones con la que se había quedado dormido— El señor Choso me habló ésta mañana, me felicitó y estará ésta noche en mi fiesta...

Hana se abrazó a ella misma luego de haberse apoyado sobre el marco de la puerta. Nanami se miraba muy mal, ¿Y si le preparaba algo rico para que comiera? Sabía que esa noche habría un banquete de primera clase pero él no había comido nada en todo el día así que no estaría nada mal, endulzar un poco su estómago.

—Bien, señor cascarrabias, si no quieres hablarme en mi día más importante, entonces ven a la cocina —masculló apartándose del marco para poder darse la vuelta— Te prepararé algo de comer, ¡Y si no comes juro que no te traeré dieces éste último semestre!

Nanami gruñó por lo bajo, Hana era demasiado resentida cuando se trataba de no ponerle esa atención que ella buscaba. Sabía que era un problema, ella era muy dulce y muy comprensiva pero... Recordar lo que tuvo que hacer la noche anterior, le revolvía el estómago de una manera bastante irritable.

—Favio llegará a las cinco, Hana... No puedes cocinar ahora —Lily se encontraba sentada frente a la barra mientras tenía una copa de vino en su mano derecha y en la otra comía de un delicioso dulce que su hijastra le había obsequiado— Nanami llegó muy cansado anoche, déjalo descansar un poco más y él estará en la fiesta sin problema alguno...

La vió preparar algo en una taza y escuchar detenidamente el cómo gruñía y murmuraba entre dientes, la hizo creer que era mejor no hablarle. Hana estaba molesta y supuso que Nanami le había dicho algo hasta al punto de hacerla enojar.

Caballero de compañía(Toji Fushiguro)(+20)#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora