Capítulo 35.

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Los 3 se miraban con un semblante de muy pocos amigos, Toji se sintió realmente irritado pero tenía que intentar al menos tolerarlos. Tenía que intentar confiar en que no lastimarían a Hana con sus estupideces pues al fin y al cabo, eran chicos que venían entrando al mundo adulto.

—Chicos, él es Toji, es mi guardaespaldas y el hombre a quién quiero compartirle el resto de mi vida.

—Es un gusto, sé que a primera vista no somos de tu agrado, pero...

—Lo único que deseo es que Hana no tenga problemas, mucho menos que piense que odio a sus amigos —Hana sonrió por lo bajo, Shoko estaba abrazando a su hermano mayor y éste agradeció que aquella chica se quedara a su lado— Pero los tendré entre ceja y ceja, sobre todo a tí, mocoso.

—¿Qué? ¿Te dan celos que después de casarme con Hana intente darle una excelente luna de miel?

Shoko detuvo por el brazo a un doberman con intenciones asesinas. Suguru por otra parte comenzó a regañar a Satoru pues sabía que sería difícil para él aceptar que alguien más se haya ganado el amor de quién adoraban con su alma.

—Basta, no seas un tonto y no te comportes como un inmaduro, sabes porqué Hana está haciendo ésto y lo que menos queremos es que haya algún problema.

—Lo siento, solo es que no puedo controlarme, me molesta con tan sólo ver su rostro —masculló entre dientes viendo como Hana lo intentaba tranquilizar— Tsk... Te aseguro que cuando mis padres me den esa empresa, tú y yo nos irémos lejos por un tiempo.

Suguru suspiró, supuso que decir eso sería gran parte de su desestresante pues sabía que Satoru deseaba una tercera integrante en su relación. Eso les podría dar una gran oportunidad de conocer a alguien asombrosa, aunque...

Su vista se dirigió a una Shoko sonriente y para él fué inevitable no sonreír.

Shoko se había portado muy bien con él esas semanas, incluso habían jugado vídeojuegos, compartieron algún deporte, salieron de compras e hicieron muchas cosas que no habían podido hacer antes.

A Suguru se le hizo hasta muy linda, cosa que no se había dado cuenta antes y no supo el porqué... Supuso que haber estado enamorado de Hana, había sido algo que no le dió la oportunidad de darse cuenta que su pequeña Ieiri, también era alguien única y especial.

—Comportamiento, grandote...—Toji la miró a los ojos, Hana estaba manteniendo su distancia y eso le comezaba a dar mucho coraje, no quería ver a su princesa actuando de manera aislada porque era un jodido compulsivo... Era un maldito romántico que deseaba llenarla de besos frente a todos como muestra de darles a entender que era de su total propiedad, que era él el hombre que ponía de cabeza su mundo y saber que tendría que soportar eso por un tiempo, lo hacía darse cuenta del gran amor que tenía hacia Hana— Te lo compensaré, pero por favor...

—Tú ordenas y yo obedezco —musitó ladeando un poco la cabeza sin dejar de verla a los ojos. Hana llevaba un maquillaje bastante natural pero verla vestida de ese modo, le daban tantas ganas de mandar a todos a la mierda antes de llevársela sobre su hombro en dirección a su habitación... Pero lamentablemente no podía por más que lo deseara, él necesitaba ganarse la confianza completa de su jefe— Me comportaré solo por tí.

Ésta asintió por lo bajo y su mirada se posó en sus 2 chicos.

Tanto Satoru y Suguru se encontraban hablando entre dientes y el de cabellos pleteados se miraba más berrinchudo de lo normal.

En cambio Suguru, parecía darle bastante gracia que su mejor amigo actuara de esa forma.

—¿Me van a decir qué sucede?

Caballero de compañía(Toji Fushiguro)(+20)#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora