Capítulo 23.

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—¿Me quieres también? ¿C,Cómo es que..?

—No, ¡No tenías que haberlo escuchado de esa forma! —los ojos de Toji se desviaron. Su respiración se comenzó a agitar y sin darse cuenta, su rostro se sonrojó. Hana llevaba un traje de baño de 2 piezas que la hizo verse más apetitosa que nunca, su erección lo hizo resoplar y su corazón martillando su pecho lo hizo darse cuenta que ese sentimiento era porque aquella chica de cabellos negros y mirada llena de dulzura, era la culpable de sentirse de tal modo— H,Hana...

—Jamas creí que dirías algo así, llevamos un mes conociéndonos y jamás en la vida me había sentido tan bien al estar junto a una persona...

Quería arrodillarme ante tí, Hana...

—¿Arrodillarte? ¡¿Por qué?! No es necesario algo así —mencionó negando mientras se acercaba a él y lo tomaba por las mejillas. Toji sujetó sus muñecas y ver aquellos ojos que le transmitieron miedo y a la vez ternura, la hizo sonreír de forma reluciente— ¿Por qué aprisionas tu corazón? Tal vez el amor que sentiste por tu esposa fué algo grande y maravilloso... Se que tal vez aún soy una niña que no tiene ni la menor idea sobre una relación, pero que admite que te querrá con toda su alma.

—Hana, no he dicho que no creo que sea así, ¡Pero sabes quién soy! Sabes quién es Naoya Zenin y no quiero que ni siquiera ose poner un ojo en tí —gruñó lo último con algunas venas sobresaliendo sus sienes, Hana supuso que ese era su mayor miedo... ¿Era necesario salir de Japón para vivir una vida tranquila junto a él? No, no podía dejar de lado a esos 2 niños quienes no tenían la culpa de nada. Hana estaba consciente que ese tal Naoya les podría hacer daño y no quería imaginarse tal barbaridad— Te adoro... Y no sabes la impotencia que tengo de no sentirme bien al decirlo y por eso no quie...

Un beso, un dulce beso se quedó sobre sus labios luego de verlo alterarse de tal modo. Era momento de disfrutarlo como fuera posible y haría lo que él siempre le pidiera sin quejarse porque estaba dispuesta a absolutamente todo con tal de siempre estar junto a él.

—Hazme olvidar que mi vida ha sido una mierda, Hana... Es lo único que voy a pedir como deseo estando a tu lado.

Los ojos de Hana estaban brillosos ante las lágrimas y él había soltado de algunas por la sencilla razón de sentirse débil y vulnerable cuando se trataba de ella.

Lo tomó de los hombros y lo acercó a su cuerpo por completo lista para darle ese abrazado que él tanto anhelaba.

En aquella zona no había mucha gente y Hana llevaba una bata cubriendo parte de su cuerpo. El traje de baño era de color negro y la bata que llevaba encima era de color blanco, ¿Nanami la buscaría mientras ella tomaba su tarde junto a aquél hombre?

Probablemente sí.

—Vamos, tranquilo... No llores mientras estás conmigo —le pidió mientras se separaba de su cuerpo y halaba de su mano. Toji la miró con ociosidad, su chica estaba riendo y verla llevarlo en dirección al mar lo hizo ver que, ¡Era hora de entrar al agua!— Ven, cariño... ¡Vamos a divertirnos!

A Toji se le iluminó la vida de inmediato.

Hana lo estaba llevando al precioso mar; "Neptune", una de las 4 hermosas playas de todo Mónaco y su mirada, mente y corazón... Se centraron solamente en una adorable, dulce, encantadora y jodidamente sensual Hana.

Su naturaleza era increíblemente grande y fué completamente inevitable no bajar la mirada, pese a sentirse algo torpe por haber llorado un poco, Hana le estaba mostrando aquél culo gordo que tanto le encantaba manosear con suma morbosidad.

Toji estaba excitado, eso estaba más que claro pero había algo que se cruzó por su cabeza en un instante.

Y fué que definitivamente haber respondido ese mensaje aquél día... Lo había llevado a tener la vida que siempre se imaginó tener.

Caballero de compañía(Toji Fushiguro)(+20)#PGP2024Donde viven las historias. Descúbrelo ahora