VALESKA: Dulce Veneno. ( Mafias Y Legados 3)

4. PLACERES

POV VALESKA

Valeska 18 años - Hyun 21 años
Agmath 28 años

Llego de una misión y no hay cosa que anhele más que ver a mi familia y a Agmath, llevanos unos ocho meses viendonos, y despues de dos meses por fuera del pais en un trabajo de reconocimiento al fin me siento libre para estar con el.

Anhelo tanto el calor de sus brazos y la delicadeza con la que me besa que no veo la hora de estar en la intimidad de mi habitación y poder por fin comunicarme con él. El encaprichamiento que tuve con él se vio revitalizado ante su renuencia a ceder ante sus deseos, siempre ha sido una chica de retos, me atrae el peligro y la adrenalina, sé que soy capaz de conseguir lo que me proponga y Agmath no sería la excepción.

Vamos de camino a casa, el abuelo André me pone al tanto de los pormenores como de costumbre, por mi parte me dedico a aclarar sus dudas a grandes razgos sobre mis hallazgos y atento toma nota de mis sugerencias para reducir riesgos en la proxima mision de rescate. Originalmente debía estár unos 3 o 4 meses pero mi récord de efectividad y un gran trabajo en equipo me ayudó a aportar el tiempo a la mitad.

Al parecer llegué a tiempo para asistir a la cena de compromiso del más leal de sus hombres a la que ha sido invitada toda la familia, no ahondo mucho en el tema ya que solo espero estar en casa para llamar a Agmath.

Una vez en casa, mamá y papá me reciben, sus abrazos y mimos me sonrojan de inmediato,  kjadilla se acerca a mi lado contándome sus avances en las clases de danza y prometo que después de descansar iremos a mi laboratorio a tener un tiempo de chicas a lo cual la pequeña accede sin problemas. El abuelo se va con mi padre y yo simplemente decido que comeré en la habitación. Aprovecho un descuido de todos y subo a mi habitación. Lo primero que hago es ir por mi móvil y habilitarlo.

Envío un mensaje a Agmath para que sepa que ya podemos hablar.

Entro al baño y ubicó el celular en la cómoda y activo la app de música, me desnudo mientras muevo mi cuerpo al ritmo de titanium - David Guetta.

Adoro la canción y lo fuerte que me hace sentir, su melodía y letra solo traen recuerdos agradables a mi cerebro.

Entro a la ducha y dejo correr el agua por mi cuerpo, limpio y masajeo con una esponja untada de jabón líquido de vainilla, froto cada rincón de mi cuerpo.

Me es imposible no recordar todo lo que pase estos meses lejos de casa.

La distancia solo acrecenta el sabor dulce de la victoria que está por llegar, tal vez no sea la chica enamorada que aparento ser, pero no se trata al final de eso? Hacer le creer a todos cosas que no sientes para que te den lo que quieres de ellos?

Mi cuerpo es un arma deliciosamente creada para atraer, mi rostro e inocencia aparente otra capaz de doblegar, cada gesto, cada movimiento en mi es calculado, siempre he sido el cristal, la fina porcelana que todos temen dañar.

Madre me enseñó a ser fuerte sin demostrarlo, la abuela antes de desaparecer me dió un empujón hacia lo que ahora soy.

Amo a mi familia y estoy dispuesta a todo por cada uno de ellos, pero de ahí en adelante todo son caras, muchas caras.

Regreso a la realidad por el timbre de mi celular aún desnuda salgo de la ducha y contesto a la llamada.

Una sonrisa boba se instala en mi rostro cuando escucho su voz.

Muerdo mi labio escuchando como me saluda, no presto atención a lo que me dice solo me concentro en todo lo que su voz desata en mi cuerpo.

Cuelgo la llamada después de pedirle un minuto, y sin pensar lo que voy a hacer, activo una video llamada.

Antes de destapar mi cámara me aseguro de que esté solo, lo veo en su consultorio así que quitó el dedo de la cámara, revelando mi cuerpo desnudo para el.

No dice nada, pero veo como boquea como pez fuera del agua.

- que estás haciendo Valeska, estás loca?

- solo quería verte y me has pillado en medio de un baño... - contesto con fingida inocencia - además no puedes negar que la vista es hermosa... O no?

- Valeska ya lo hemos hablado, no puedes hacer este tipo de cosas, por favor cúbrete.

- No - formo un puchero en mis labios - mejor te cuelgo y así no tienes que verme.

- no hagas esto, sabes lo difícil que es para mí contenerme contigo y aún así haces estas cosas... - suspira - eres hermosa Valeska y sabes lo mucho que me gusta pero esto no puede seguir así.

Sus palabras me descomponen por completo, y sin evitarlo mis labios empiezan a temblar.

- me estás botando Agmath? - cae la primera lágrima mientras me cubro con una toalla - ahora que volví y al fin estoy libre de mis responsabilidades me harás a un lado?

- no es eso preciosa es que han pasado cosas en tu ausencia, de las cuales debemos hablar.

- nos vemos esta noche en tu apartamento en el centro, adiós.

Cuelgo la llamada y en medio de un estado que no conocía me termino de bañar, lavo mis dientes y me acuesto en mi cama con solo la toalla cubriendo mi cuerpo y la otra en mi cabeza.

Pienso y pienso en lo que me dijo Agmath y solo me lleva a que tal vez este con alguna mujer ahora y si es así no lo voy a permitir

El es mío, llevamos años en este tira y afloje, doblegando su voluntad y ahora que estoy cerca de tenerlo donde quiero, no me va a botar como si nada.

Y si me quiere despachar antes yo lo voy a usar a él, y le voy a dar un dulce bocado de lo que soy porque aunque quiera huir, siempre estará marcado por mí.

Llego la hora de poner mis cartas sobre la mesa.