Capítulo 50: Tu dulzura

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Hola mis corazones, estoy muy feliz hoy con mi dosis de insulina, se merecen felicidad luego de tantos sufrimientos    ♡ ~  ('. • ω •.') 

Nos leemos en los comentarios :3 

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Capítulo 50: Tu dulzura

El carruaje se balanceaba de un lado a otro con cada bache que pasaban, Nathaniel que estaba de pie sujetado por su madre miraba por la ventanilla, el aire era fresco y con buen tiempo, el niño se mantuvo tímido la primera hora, sobre todo al ver al príncipe Andrew se escondía en los brazos de su progenitora.

Su alteza por su lado hablaba un poco con, Éleonor, sobre la capital.

- Cuando sean las festividades de victoria será el mejor momento para mostrarnos como una pareja, pero no creo poder ser tu acompañante como tal, tendré mucho trabajo pendiente y estaré en la mirada de mis padres.

Ella que toma a su hijo y le entrega un soldadito de madera, y expresa en un tono tranquilo.

- Eso es algo esperable, tal vez sería bueno mostrarnos el último día de las festividades.

Andrew, que se llevó la mano el mentón y acarició su labio responde con una expresión dubitativa.

- Sí, eso nos daría tiempo para preparar las cosas...

Dejó esas palabras en el aire cuando de repente enderezó su cuerpo y la miró con seriedad mientras agregaba.

- Es solo que ¿No dudas de mí? Han pasado casi dos años que no nos vemos. Es cierto que hemos aclarado las cosas entre nosotros, pero mis acciones pueden ser diferente de lo que esperas.

La joven que lo miró con sorpresa en un principio, agachó su mirada y luego hizo una media sonrisa mientras respondía.

- Está bien no te culparía si hicieras algo diferente, tal vez me sentiría algo triste, pero lo aceptaría, es poco lo que puedo exigirte en esta situación.

El príncipe que esta vez desvía su mirada hacia la ventanilla de la puerta del carruaje expresa en un tono grave mientras golpeteaba su muslo con uno de sus dedos.

- Has cambiado, Éleonor, en el pasado tomarías todo lo que deseabas sin preguntarle a nadie.

Ella que estira su mano hacia su amante, tal como esperaba fue enseguida que su alteza la tomó entre la suyas, entonces la pelirroja agrega.

- Esta vez quiero respetar tus deseos y respetar lo que decidas. Además, el Andrew, que conozco siempre ha sido amable y sincero.

Los ojos dorados de su alteza se desviaron hacia la mano delgada y callosa de la joven, la acarició sin pensar y entonces escuchó.

- Ves eres un hombre dulce.

Andrew, la miró con una expresión profunda y luego desvió su atención hacia el niño quien en ese instante estaba sentado al lado de su madre jugando con el conejo y el soldado.

El príncipe quiere domarme #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora