Capítulo 25: Un final

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Hola mis amados lectores, preparen sus corazones seguimos con los capis sad y así seguirán unos cuantos más T_T ... Ay mis bebes les toca sufrir, en fin estoy emocionada por llegar al primer climax a ver si realizo un maratón la siguiente vez que actualice, se nos vienen tiempos oscuros ....

 Ay mis bebes les toca sufrir, en fin estoy emocionada por llegar al primer climax a ver si realizo un maratón la siguiente vez que actualice, se nos vienen tiempos oscuros

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Capítulo 25: Un final

Faltaban quince minutos para ser las cuatro de la madrugada, Andrew que estaba sentado en la cama se giró hacia la condesa quien estaba recostada, apretó uno de sus puños al mirar su espalda y entonces en voz baja le dijo.

- No puedo comprender por qué has decidido esto, mis sentimientos por ti eran sinceros.

Éleonor al escucharlo no pudo evitar que su cuerpo se estremeciera y el príncipe al ver que no se giraba, cada vez se sentía más angustiado, por eso respira profundo e intentando calmar su corazón oculta su rostro unos segundos bajo sus manos y luego cuando por fin logra juntar su orgullo, decidido se levanta y camina hacia un mueble, toma la máscara que se había quitado al hacer el amor con ella, se la coloca y entonces avanzó hacia la ventana mientras en tono frío le decía.

- Veo que no hay nada más por decirnos, así que condesa Éleonor... ¡No nos volvamos a ver!

Ella no pudo mantenerse más tranquila, por eso se sienta y cuando lo ve que iba a irse, lo llama afligida.

- Drew.

Andrew se detuvo al ser llamado, pero luego de unos segundos de estar esperando en vano que ella le dijera algo, frustrado tomó la cuerda que estaba en el suelo mientras se preguntaba ¿Qué tan idiota podría llegar a ser? 

Lo cierto, es que unas horas atrás  el príncipe había utilizado una cuerda para entrar en el cuarto con la esperanza de huir juntos y ahora con el corazón roto debía usarla para irse sin ella.

Este que intentaba no pensar, apresurado enganchó el pequeño arpón a la ventana y antes de dar un salto hacia fuera se despidió dándole la espalda.

- Adiós.

La condesa que que ve como la espalda de su pareja desaparecía, apretó las sábanas con sus manos sin poder despedirse, no tuvo el valor de ir tras él y al poco tiempo fue sorprendida por sus propias lágrimas, entonces al ver que todo estaba perdido se acuclilló ocultando su rostro entre sus piernas, se quedó ahí abrazándose así misma por largas horas.

El príncipe por su lado, poco antes de saltar pudo ver que realmente los guardias se alejaban por el cambio de turno, al deslizarse con cuidado y tocar el piso, miró hacia arriba una última vez con una expresión de añoranza y luego su corazón fue inundado por la tristeza y la ira, entonces sin mirar atrás corrió por un costado del jardín

Este sentía su corazón apretado, su mente era un caos, pero no podía seguir suplicando por el afecto de Éleonor ¿Cuánto más necesitaba humillarse para que esta aceptara su corazón?

Andrew que por última vez siguió los consejos de la condesa pudo evitar un par de guardias con un poco de suerte, los vio bromear y quejarse con sus compañeros al intercambiar sus puestos. Luego, con sumo cuidado se escabulló entre las sombras hasta llegar cerca del lago, ahí las murallas eran claras, pero al buscar el agujero de perro tuvo problemas y cuando creía que sería descubierto al ver que guardias se acercaban con faroles, escuchó un susurro desde la pared.

- "Por aquí"

Andrew se detuvo en seco, mira con el corazón acelerado por la adrenalina y entonces ve la pequeña abertura en el suelo, se arrastra sin pensar demasiado y cuando traspasa la pared y se levanta pudo ver una cara conocida, Jared estaba hincado apoyado en la muralla, entonces en voz baja le dijo mientras apuntaba.

- Derecho por ahí podrá escapar por el lago, supongo que la princesa lo ha mandado por esta ruta.

El príncipe que frunció el ceño irritado, replica.

- ¿Disculpa?

Entonces el soldado le dice sin fingir su enemistad.

- Su alteza, debería dejar de causar problemas y volver a Arrendel.

Andrew, jamás se sintió tan pisoteado como en ese momento, había sido rechazado por la persona que amaba, tuvo que arrastrase como un perro por la tierra y ahora tenía que escuchar esto del hombre que desde su juventud estuvo enamorado de Éleonor. Parecía que era el único idiota que desconocía e ignoraba todo, el príncipe rechina los dientes y dice en voz baja conteniéndose.

- No, necesitas decirme, sé lo que debo hacer.

Jared Hill que lo ve levantarse furioso, pudo intuir que este desconocía el estado en que estaba el duque o sus hijos, por eso antes que se alejara por completo, camina hacia él, lo sujeta del hombro y Andrew lo miró amenazante, entonces el soldado que finge no darse cuenta sobre ello le dice.

- Su alteza, le enviaré una carta cuando las cosas se calmen.

El príncipe lo miró como si estuviera escuchando a un loco y un segundo después se libera de su agarre de un manotazo y sin responder nada le dio la espalda.

Esa madrugada para Andrew, empeoraba cada vez más y más, hasta simpatía había recibido y cuando entró en las aguas frías maldijo incontables veces, y se prometió así mismo que no volvería doblegarse ante una mujer nunca más.

Dio brazada tras brazada hasta llegar a la orilla contraria de Amunarat, mojado, cansado y humillado llegó hasta una posada, los que lo vieron creyeron que era un ebrio que había caído al lago y como su rostro era tapado nadie tuvo el valor de acercársele, lo único que hizo fue pagar por una habitación y que un baño fuera preparado para él.

Uno de los posaderos le dejó una vasija para lavarse junto a una toalla, este al estar a solas limpió su cuerpo lo mejor que pudo con esa cantidad de agua y cuando al fin pudo estar en ropas secas y sentarse en la cama, pensó en Éleonor, en como había terminado esa noche y entonces frustrado lanzó la toalla lejos y dio un golpe con el puño sobre la madera de la cama. Andrew respiró con fuerza mientras miraba con resentimiento a la nada y un segundo después al relajar su cuerpo, derrotado se dejó caer de espaldas sobre la cama, ese era el final para él, todo había acabado.

El príncipe quiere domarme #2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora