Éleonor, la hija mayor del ducado Deburk, es una mujer rebelde, exótica que prefiere estar en un campo de batalla que en la alta sociedad... Los rumores dicen que viene de una familia bárbara y no está tan lejos de la realidad.
El príncipe Andrew es...
Oliwis aquí otro capi, espero que les guste, ya solo a un capi de el reencuentro aleluya hermanos xD ... Yo creo que estaré subiendo otro capi en unos días, espérenlo con ansias :3
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Capítulo 42: Camino a casa
El príncipe Andrew, levantó a un pequeño del suelo mientras que su madre agradecía en idioma de Oriente, la mujer tenía una sonrisa en su rostro.
Malek, que veía esto, también en su rostro apareció una sonrisa, entonces junto a un bastón cojeó hasta llegar a su lado y decirle.
- Creo que no basta decir gracias por toda la ayuda que nos has dado.
Andrew, que se gira hacia él al escucharlo, niega con su rostro y expresa.
- No tienes por qué hacerlo, solo estoy haciendo mi parte.
- Eres demasiado humilde, en estos meses has ayudado a que renazca la Ciudad de Amunarat desde las cenizas.
El príncipe, desvió su vista y prefirió guardar silencio, las calles estaban bulliciosas, soldados extranjeros y la gente de Oriente, acarreaban materiales de construcción. Varias casas humildes ya estaban erguidas, cinco meses no habían pasado en vano.
El guerrero que había perdido uno de sus brazos, suspiró y luego mirando a su gente, dijo.
- ¿Has pensado en lo que te he dicho?
Andrew, que saluda a Lucas Dowelo quien llevaba a una persona de tercera edad en su espalda, se gira hacia su amigo y responde.
- Soy de la familia real, Andrew Hildegart de Arrendel, no lo olvides, no es sencillo que extienda mi estancia en Oriente. No puedo gobernarlos como deseas, ni siquiera sé el idioma de manera correcta...
- Puedo ser tu súbdito, puedo servirte lo que queda de mi vida.
El príncipe, posa su mano sobre el hombro de su amigo y le dice con palabras sentidas.
- Eres de la sangre directa de la familia real de Oriente ¿Cómo podrías convertirte en mi súbdito?
Malek, baja su mirada y contesta en negativa.
- Sólo mírame, en mi estado actual no puedo guiar a mi pueblo, no tengo la fuerza para ello... Tú has demostrado tu valía, Oriente debe convertirse en un estado vasallo de Arrendel, esa es la única forma que veo. ¡Mi pueblo necesita un rey sabio!
Andrew, que se sujetaba el turbante por el viento y la arena con una sonrisa le dice.
- ¡Tú lo eres! Tu gente te respeta, la única razón que nos han dejado ayudarlos es por tu existencia ¡Las demás ciudades se han rendido por la imagen de liderazgo de Malek Kurbag!
El hombre que sostenía con fuerza el bastón, no estaba convencido, ni siquiera por el hecho de ser un Kurbag.
Era innegable que el príncipe de Arrendel no podía quedarse en tierras Orientales, pero Malek sabía que lo necesitarían por los siguientes años, sobre todo para estabilizar el reino y para quitar las malas malezas de la corrupción arraigadas por culpa de los antiguos reyes. Había tanto por hacer y él era un lisiado ¿Qué podría hacer como rey de Oriente si apenas podía caminar?