Éleonor, la hija mayor del ducado Deburk, es una mujer rebelde, exótica que prefiere estar en un campo de batalla que en la alta sociedad... Los rumores dicen que viene de una familia bárbara y no está tan lejos de la realidad.
El príncipe Andrew es...
Aquí el segundo jijiji cada vez esto se pone más interesante, a ver qué sucederá :3
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Capítulo 13: Ciudad de Amunarat
El sol aún no salía por completo, cuando Éleonor apresurada empujaba a su pareja por la ventana, ya que en el pasillo se escuchaba movimiento, Andrew que estaba encaramado, se gira antes de saltar y pregunta.
- Espera, espera.
- ¿Qué?
El príncipe sonríe al ver su expresión impaciente y entonces pregunta con descaro.
- ¿Nos veremos de nuevo en la noche?
Ella que gira sus ojos le replica molesta.
- ¡Solo vete ya! ¿Quieres que te atrapen?
Este finge estar decepcionado, hace una pequeña mueca y después que lo siguiera empujando, se ríe quedito y le dice.
- Está bien, está bien, tu ganas, nos vemos luego.
El príncipe se inclina hacia ella deja un beso en sus labios y entonces deja caer su cuerpo. La posada no era tan alta así que al estar en el suelo caminó como si nada hubiera pasado, había muy poca gente y como estaban los soldados conversando no lo vieron hasta que estuvo en la primera planta, claro que quedaron un poco desconcertados al verlo aparecer de repente, Éleonor por su lado cerró la ventana de golpe para no ser descubierta.
Ella por alguna razón mira las pomadas que su pareja le había dejado sobre la cama y su rostro cambió a uno rojo, cada vez que las usara sería difícil no pensar en la noche anterior.
AL final ese mismo día abandonaron el pueblo, Liam cada vez estaba más curioso por las miraditas que se echaban el príncipe y su hermana, parecía que algo había cambiado, por eso pregunta al duque.
- ¿Padre crees que mi hermana está diferente?
El duque que estaba cabalgando a la par de su hijo al escuchar esto, no pudo evitar ponerse de mal humor y pregunta.
- ¿A qué te refieres?
Y el joven al darse cuenta de su desliz de lengua, nervioso le dice.
- Oh, nada son ideas mías, ella sigue igual.
Liam Deburk, aunque se arrepintió enseguida, sus palabras hicieron dudar a su padre, lo cual hizo que prestara más atención a su hija, al grado que cuando acamparon la tienda la ubicó al lado de ella. Fue así que pasó una semana sin tener más contacto que una plática ligera entre los dos amantes.
Al salir por completo del reino de Arrendel, el paisaje cambió por completo a un desierto seco y sin vegetación.
Los ropajes tuvieron que ser cambiados a uno que tapara todo el cuerpo por el sol abrazador y sobre todo se preocuparon del tinte rojo para el cabello del príncipe y de que utilizara una máscara en la mitad de su rostro.
