Éleonor, la hija mayor del ducado Deburk, es una mujer rebelde, exótica que prefiere estar en un campo de batalla que en la alta sociedad... Los rumores dicen que viene de una familia bárbara y no está tan lejos de la realidad.
El príncipe Andrew es...
Oliwis mis lectores por fin he logrado actualizar jijiji estoy emocionada, ya acercándonos cada vez más a la ecatombe :v
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Capítulo 63: Hacer lo necesario
Un líquido rosáceo era pasado de un frasco a otro, mientras que en la mesa había varios tipos de flores, Angela Crisantt, se llevó unas raíces de planta a la nariz y pregunta a su doncella.
- Eve ¿Has escuchado algo nuevo del príncipe?
La joven sirvienta que acomodó un frasco en una repisa repleta con otros medicamentos y perfumes, luego respondió enseguida a su ama.
- Sí, mi señorita, al parecer ambos reyes han discutido debido al príncipe heredero, quieren adelantar el compromiso lo antes posible.
La princesa se acomodó un mechón negro detrás de su oreja y entonces dijo en un tono algo divertido.
- Mmm, será algo complicado cuando su alteza es tan evidente en sus salidas románticas, creo que todo Claymouth está enterado de su relación secreta.
- Señorita no debería tomarlo a la ligera, su prestigio podría ser afectado por la inmadurez del príncipe. Tal vez debería tomar cartas en el asunto.
Angela movió su rostro en negativa y contestó mientras echaba unas flores a cocer en una pequeña tetera.
- Nos mantendremos como hasta ahora, es mejor seguir observando.
- Pero princesa...
- Eve, deja de interrumpir mi trabajo y ve a averiguar que ha hecho la señorita Richmond hasta ahora.
La doncella hizo un pequeño puchero, pero Angela giró su rostro y comenzó a observar los cambios de color de una probeta que estaba sobre un mechero. Su sirvienta no tuvo más remedio que irse y dejar a Angela Crisantt concentrarse en lo que estaba haciendo.
Al mismo tiempo en esos días, la emperatriz Alana, se juntó un par de veces con el duque de Richmond, al parecer tenía las mismas inquietudes por la futura prometida del príncipe heredero, ella intentó mantenerse neutral, pero en ese punto necesitaba tomar una decisión.
Esa tarde, el príncipe Andrew, había sido llamado a los aposentos de su madre, la reina cuando vio a su hijo entrar mantuvo una expresión fría y su vista viajó hacia la doncella para que los dejaran a solas.
- Saludos, madre, espero que goce de buena salud.
La reina Alana ignoró el hecho que su hijo se mantenía en una reverencia y así lo dejó por varios minutos, el silencio se hizo por toda la habitación, el príncipe que tenía su cabeza gacha podía imaginarse qué tan molesta estaba su madre así que permaneció en silencio hasta que ella misma le preguntó.
- ¿Sabes lo que has hecho mal?
Andrew, que elevó su vista, vio como la reina le hacía una seña para que se levantara, entonces enderezándose contestó fingiendo ignorancia.