Capitulo 25

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Alora
Después de la discusión entre Ivan y yo, no estaba de humor para estar cerca de él, él estaba actuando como un completo idiota. Archi y yo cenamos solos, yo no iba a llamar a Iván y Amaris no quería salir de su habitación. Después de que terminamos de comer fui a la habitación de mi hija y le traje la cena, ella estaba llorando. 

—No llores mi amor, te traje la cena, ven a comer.–Dice Alora

Abrazo a mi hija que se ve muy triste y empieza a comer un poco.

—Mamá ¿Néstor está bien?

—Sí, él está bien, se fue a casa tu no te preocupes por eso.

—Mami nunca había visto a mi papi tan enojado conmigo, nunca me había gritado como hoy.

—No sé qué le pasa a tu papá, es de mente cerrada y terco y no puede aceptar que ya no eres una niña. Eventualmente lo superará y todo estará bien. 

—Pero ahora él también está enojado contigo por mi culpa mami, escuché sus gritos hasta aquí. Es todo culpa mía, debí haberle contado sobre Nestor y yo y no mantenerlo en secreto.

—Sí, está enojado conmigo, pero no te preocupes. Eso son problemas entre el y yo, tu tranquila amor. Tu papá tiene mal caracter y yo también, a veces chocamos porque somos exactamente iguales.
Mira, no puedes quedarte así y seguir pensando que debi haber echo esto o lo otro......lo hecho, hecho está y nimodo, ya era hora de que tu padre se enterara.
Ahora tendremos que esperar a que tu papa entre en razón.
Escucha, no hiciste nada malo. Seguro que mentir a sus espaldas no es lo ideal ni lo correcto. Pero tu papá necesita ver la razón por la que lo hiciste y necesita entenderlo. No te dejó otra opción que ir a sus espaldas. Mentir nunca está bien, pero tu papá no debería actuar de esta manera; está siendo un padre tóxico y controlador y eso no está nada bien. 

—Pero él estaba tan enojado mami que su mirada lo decía todo. Tenía tanto miedo de que fuera a lastimar a Néstor. Simplemente siento que lo decepcioné por la forma en que me miraba mami.

—Nunca le hará daño a Néstor, es hijo de su amigo, su mano derecha, más como un hermano para él. Tu papá solo necesita tiempo, te ama mucho, eres su princesa.

—Gracias mami te amo.–Dice Amaris

—Yo tambien miamor ahora duerme y descansa un poco.

Ivan
Durante el resto de la tarde me quedé en mi oficina. No había escuchado ni visto a Alora, ni siquiera me llamaron para ir a cenar con ellos. Mi pinche orgullo le manda saludos al de ella, si a ella le vale madre pues a mi me vale el convento entero.
Ya era de noche, me dirigí a mi habitación, entré y escuché la ducha. Sabía que Alora se estaba duchando. Encendí la televisión y comencé a mirarla. Minutos después salió Alora, tenía una bata puesta ni siquiera se molestó en mirarme. Sea lo que sea, yo también la voy a ignorar. Soy yo quien está enojado con ella por mentirme.

Ella comienza a hacer su rutina nocturna y luego se quita la bata y tiene un vestidito de pijama super cortito, es mi favorito. Puta madre, por que chingados hace esto, ¿por qué lleva eso puesto especialmente hoy? se mira bien buena la cabrona. Se me antoja quiero hacerle un chingo de cosas mamasita casi se me cae la baba.

—Ashhhh......–Iván exclama con frustración.

—Si tanto te molesta mi presencia, hay muchas habitaciones en esta casa donde puedes dormir cómodamente, porque yo no me iré de mi habitación. –Dice Alora

—Este también es mi dormitorio asi que aqui me quedare, como el señor de la casa que soy. La cama es lo suficientemente grande, créeme, lo menos que quiero ahora es acercarme a ti y a tus mentiras.

Alora II La DesendenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora