Capitulo 22

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Amaris
Llego a casa furiosa, enserió que no puedo creer como Nestor pudo hacer equipo con esa, no me tomó en cuenta, si esa es una aprovechada.

—Que bueno que ya llegaste princesa, ya esta lista la comida, como te fue en el colegio?–Pregunta Alora

—Mal, muy mal mami!!!

—¿Por qué muñe, quieres hablar de lo que pasó?

—No mami.

—Hola mi princesa hermosa. –Dise Ivan

—Hola papi.

—Ven a comer mi amor. –Dise Ivan

—No gracias papi pero no tengo hambre, voy a mi recamara tengo mucho que estudiar.

Le doy un beso a mis papas y me voy a mi recamara.

—A cabron y ahora ¿Qué le pasa a Amaris amor? –Pregunta Ivan

—Dijo que tuvo un mal día en la escuela, tal vez esté estresada. –Contesta Alora

—Pinche genio perro que se carga, igualita a mi apa. –Dice Archi

Mi papa me mira mal y me da un zape en la caveza.

Amaris
Ya a pasado buen rato que llegue, estoy más tranquila, pero aun sigo molesta, decepcionada y tantos pensamientos encontrados. Nestor me ha estado llamando y enviando mensajes de texto pero lo he ignorado para que aprenda.
Estoy tratando de tener paz mental cuando escucho que me llaman, salgo de mi recamara para ver que es lo que sucede, cuando veo a Nestor con mi papá, ashh lo único que me faltaba.

—Que pasa papi????......

—Peincesa aquí esta Nestor esperandote para tus clases.

—No papá hoy no podre ir, lo siento otro dia será, por que yo si tengo mucho que estudiar, si es posible no me molesten en lo que resta de la tarde por que no saldré de mi recamara gracias.

Miro a mi guerita con cara de enojo en cuanto me ve y se va, ella ni siquiera se molesta en mirar en mi dirección.

Asssshhh todavía se diga a venir el muy sin verguenza, osea que le pasa, pero no, las cosas ya no serán como el quiera.

—Lo siento Nestor ya escuchaste a mi princesa, deberías tu tambien hacer lo mismo si tienes compromisos en la escuela, primero es eso, ahijado. –Dice Ivan

—Claro que si esta bien padrino mañana regreso, mañana me pongo de acuerdo con Amaris, me retiro.

Ya habían pasado varias horas, mis papás ya habían venido a mi cuarto, me trajeron un poco de cena y me dejaron descansar ya que les mentí que tenia mucho que estudiar. Hice mi rutina nocturna y mejor quise descansar, después de estar toda la tarde pensando tantas cosas, me enojaba más. Ya estaba todo obscuro sentí mis ojos pesados y me quedé dormida.

Me las ingenio para poder entrar por el balcón del cuarto de mi chula, para mi suerte la puerta no estaba cerrada completamente. Veo a mi chula dormida me acerco a ella, es tan hermosa. No puedo contenerme y rose con mis dedos su hermosa carita. Me siento a un lado de ella y le doy un beso en su coronilla.

Siento que alguien me toca, me despierto asustada......

—Que haces aquí Nestor, como entraste?

—Ya vez mi princesa, para todo hay maña y más cuando no quisiste ni mirarme esta tarde.

—Quiero que te vallas inmediatamente, sal de mi cuarto ahora, vete.

—No, preciosa, necesito hablar contigo y es ahora, no me iré hasta que tu y yo resolvamos nuestro problema.

—Ahorita no tengo ganas tengo sueño, así que vete ahora Nestor, te das cuenta en el problema que estaremos, si te descubran en mi recamara??

—No me importa y no te preocupes esta todo calculado. Aaah toma mi reyna te traje esta rosa roja, tu preferida.

—Gracias pero no te hubieras molestado.

—Haber chula, por que ese enojo conmigo, por que estas tan molesta??

—Assssh ya no es nada.

—Amaris dime, no me voy a ir hasta que me digas.

—Noo Nestor es que osea no te das cuenta hoy toda la clase estuviste coqueteando con Sofia, crees que no me di cuenta. Y ella bien aprovechada de ti, mira que si tanto te interesa ella terminamos y ya te quedas con ella.

—Hey, hey, hey!!! Que locuras estas diciendo chiquita, claro que no. Jamas te dejare eh y tu tampoco me dejaras. Y con Sofia no hay nada, ni lo abra yo no siento ni atracción por ella, mi amor, estas celosa?

—Hay Nestor noooo!!!......no estoy celosa, estoy molesta que en todo momento fui para ti como alguien equiz, no me diste mi lugar como tu novia, y saves que es lo peor que ella le disfruto, ella sabe que somos novios,  sin embargo a ella le valió madre.

—Chiquita sabes, que te amo, y créeme que no fue así, de mi parte no, yo no tengo ninguna intención con ella, ni mucho menos lastimarte, te amo Amaris y no dudes eso nunca. Te prometo que a partir de mañana mi trato con ella será diferente.

La agarré por la barbilla, cerré la distancia y la besé. Nos besamos, hasta que nos quedamos sin aire, extrañaba tanto sus labios.

—No quiero que me mientas nunca eh, no me gustan esas confianzitas que tienes con esa tal Sofia.

—Nunca te cambiaré por nada ni nadie chiquita, yo soy solo tuyo y tu mia. Sabes que estoy celoso porque Kevin estuvo a tu lado toda la clase.

—Él es mi amigo y a diferencia de ti nosotros no coqueteamos como tú y Sofía, en realidad estábamos haciendo nuestro trabajo como deberíamos.

—Bien, bien confío en ti, no te enojes hermosa, y no estaba coqueteando con ella créeme que solo tengo ojos para ti mi guerita berrinchuda.

La agarro de su hermosos cachetes y comienzo a besarla, bajo el tirante su pijama por su hombro y empiezo andejar besos.

—Te amo mi amor y no tienes idea cuanto te extraño, cuanto te necesito.

—Yo también amor.

No se si estaba bien lo que estaba empezando a suceder, sabia que esto nos llevaría más lejos, pero era una necesidad que teníamos los dos, el sentirnos complementados, el tenernos mutuamente. Nestor no dejaba de besarme, el camino a la puerta para serciorar que estaba cerrada con seguro luego regresa a mi.

—Perdóname chiquita pero, te necesito.

—Yo también te necesito Nestor.

El beso se intensifico, los dos empezamos a desasernos de nuestras prendas, yo acariciaba su rostro, su cabello, es tan guapo. Todo su cuerpo se metió entre mis piernas mientras dejaba un rastro de besos por todo mi cuerpo.

—Ahhh te amo Nestor.

—Yo también te amo mi chula.

Esas fueron las únicas palabras que se escucharon por un largo rato, solo se podían sentir nuestras caricias y nuestro amor y deseo en ese momento tan especial, volví a entregarme a Nestor y el a mi. El amor que había en mi cuarto era algo tan especial. Me di cuenta lo importante que es para mi. Y que no podre estar sin el. Hicimos contacto visual todo el tiempo perdiéndonos en nuestro propio mundo.

Después de hacer el amor me quedé recostado un rato con mi chula, pero el momento de regresar a casa llego, esto no podría salirse de control y yo tendría que ser super precavido y cuidadoso.

—Me tengo que ir amor, mientras sea cuidadoso, podré estar entrando por tu balcón las veces que sea necesario. Te amo mi celosíta.

—Yo también te amo, —no pude evitar sonreír.

—Mañana te veo hermosa, Te amo mi chula nunca dudes eso.

Empiezo a vestirme, Amaris quiere levantarse para despedirse de mi pero le digo que no lo haga que siga acostada, le doy un último beso y salgo por el balcón.

Alora II La DesendenciaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora