A. XXIX

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Creía haber superado lo nuestro.

Creí haberlo escondido en un cajón remoto de mis recuerdos.

Pero, como suele pasar en cualquier cuento, él protagonista no sabe lo que tiene hasta que otro lo obtiene.

Hasta que no lo ves en otros brazos susurrando mis "te amo". Mientras camino por el campo preguntándome: ¿Cómo ha pasado? 

Igual veíamos el futuro de forma distinta, tu con tus locuras y yo con mis reglas estrictas.

Tú me decías "Ángel" y yo a ti "Diablo", pero... Como cambiamos los papeles, ¿no?

Puede que tu te encariñaras con el cielo y yo me quedara atrapada en el infierno.

Puede que la oscuridad me haya tentado y vaya por el camino equivocado.

Mis alas se tiñeron de negro y deje mi aureola en el infierno.

Puede que mi corazón se haya perdido y no encuentre otro camino.

Secuelas de un corazón roto.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora