Él ama la muerte.
Yo la vida.
Él perdió las metas.
Yo tengo demasiadas,
como para completarlas en esta vida.
Él me mentía, parecía verdades.
Yo le creía, no quería alejarme.
Yo elijo reír.
Él llorar hasta secarse.
Yo elijo avanzar.
Él, quedarse parado,
drogado en su propia lujuria,
que él mismo ha provocado.
El destino nos ha unido,
pero su obsesión nos ha dividido.
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Secuelas de un corazón roto.
PoetryAl final comprendes muchas cosas: que no todo fue amor, que esa amistad no era tan verdadera y que lleven tu sangre no significa que te cuiden. Se puede simplificar en una frase muy sencilla: amar no implica ser amado. Te pueden romper el corazón de...