Volví a soñar con ella. La vi en mis sueños, estaba entrando en mi nueva casa, una que ella ya no conocía, con personas que ella ya no reconocía. Distintos muebles, diferentes metas, diferente yo. Pero al verla, aunque fuera en mi cabeza una noche, me trajo recuerdos de mí, de mí de niña. Volví a sentirme abandonada una vez más, no, no sentí rabia, sentí una tristeza tan profunda como la que sentí entonces.
Ahora miro nuestras fotos y me pregunto cómo sería mi vida ahora si ella y yo no nos hubiéramos separado, si no nos hubiera hecho tanto daño nuestra amistad.
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Secuelas de un corazón roto.
PoetryAl final comprendes muchas cosas: que no todo fue amor, que esa amistad no era tan verdadera y que lleven tu sangre no significa que te cuiden. Se puede simplificar en una frase muy sencilla: amar no implica ser amado. Te pueden romper el corazón de...