Un día sin más te das cuenta de muchas cosas. Que no todo lo que pasa es culpa tuya, que no puedes luchar por alguien que no lucha por ti, que si no es mutuo no tienes por qué dejarte el alma. Tú no eres la que pierdes, no pierdes nada, el que pierde es él, pierde a alguien que le quiere por encima de todo.
Yo me di cuenta una tarde, un 18 de julio del año 2021, mientras me tomaba un delicioso batido junto al mar, mientras escuchaba como Álvaro y Malena se reían por alguna tontería que dijo nuestro querido Fran. Me di cuenta mientras mi risa inundaba el lugar y me reía sin sentir ese vacío en el pecho que me acompañaba a todos lados y que lamentablemente el diablo sembró en mí.
Apoye mi cabeza en el hombro de Álvaro, escuche atenta la voz de Malena, esa que transmite tanta paz, también la risa pura de Fran, una que te llena el alma de felicidad, y mientras prestaba atención a la respiración relajada de Álvaro. Los observe, mire atentamente lo que pasaba en ese mismo instante y aquella voz en mi cabeza que vivía conmigo desde el mismo momento en que nací me susurro: Encontraste tu lugar mi niña.
El 18 de julio del año 2021 el diablo perdió al ángel, no la supo valorar. Le hizo daño, pisoteo sus sentimientos y la hizo arder en el infierno. Mientras que el ángel aprendió a volar con las alas quemadas, el corazón partido en mil pedazos y con lágrimas que le nublaban la vista, aprendió a volar sin ayuda del diablo aquel que no hace mucho tiempo le susurro al oído: Te amo. Puede que sus sentimientos fueron un engaño o puede que su forma de amar se base en hacer daño.
Esta triste historia no termina ese 18 de julio, pues él se dará cuenta que perdió a la única persona que haría lo imposible por él, aunque eso la condenara a ella. El pobre diablo perdió un diamante en bruto por estar fascinado con otras piedras.
Esta es mi historia, la historia de una chica que seguramente se enamoró de la persona equivocada, que lloro sangre, que se cayó y se levantó de nuevo. Es la historia de una chica que dejo atrás el miedo de volar sola, o mejor dicho volar sin él, y que salió adelante siendo valiente. La chica que se juró a sí misma amarse hasta el último día que le quedara en este mundo. Lo jure en un banco de un parque remoto mientras se refugiaba del frio junto con Álvaro y Malena, mientras los tres reían a carcajadas y ella ya no sentía vacío su pecho.
ESTÁS LEYENDO
Secuelas de un corazón roto.
PoetryAl final comprendes muchas cosas: que no todo fue amor, que esa amistad no era tan verdadera y que lleven tu sangre no significa que te cuiden. Se puede simplificar en una frase muy sencilla: amar no implica ser amado. Te pueden romper el corazón de...