XXVI: Llegada.

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Ya nos encontrábamos en casa, por fin en el hogar.

Quedaba solo una semana para que mi madre y Thomas regresaran de su luna de miel, no veía el momento de abrazar de nuevo a mi madre después de dos meses.

También me daba un poco de miedo, ya que tendría que decirlo sobre mi relación con Matt; no sé como se lo tomarían teniendo en cuenta que cuando se fueron nos odiabamos a muerte.

Ahora mismo me encontraba guardando toda mi ropa de nuevo en mi preciado armario, allí, en España, no es que tuviera mucho sitio para guardarla.

Me dio rabia venirme porque al final no habíamos visto a mi abuela; ya que su prima o yo no sé quien había fallecido y se le hacía imposible venir.

Mi abuela como siempre tan responsable con eso.

No faltaba ni a un puto funeral, ya fuera de su madre, padre, hermana, prima, tía o del coño de su madre (con perdón de la expresión jeje).

De la nada sentí como dos manos agarraban fuertemente mi cintura, sabía perfectamente quien era.

Su respiración se notaba ahora en mi oído, lo que me puso nerviosa al instante.

- Me encanta cuando te poner nerviosa por nada.- susurró Matt a mi oído, lo que hizo que me pusiera más nerviosa aún.

Me di la vuelta, quedando frente a frente. Pasé mis manos alrededor de su cuello y entrelacé mis dedos en su sedoso pelo.

Era tan suave que con solo su pelo enamoraba.

En mi cara apareció una tonta sonrisa de enamorada.

- También me encanta cuando me miras con esa cara.- su aliento chocó contra mi cara y me inundó de un dulce aroma a menta, lo que me dio a entender que tenía un chicle. Y lo confirmé cuando lo vi mascando.

Poco a poco se fue acercando a mi rostro hasta que noté la colisión de sus labios y los mios, lo que se sentía jodidamente bien.

Su legua rozó mis labios pidiendome permiso para entrar a explorar, claramente yo le cedí gustosa.

Su lengua y la mía se fundieron en una brillante guerra en la que ninguna quería ganar, porque eso claramente significaba que la guerra se acabría y nos tendríamos que despegar; porque parecía como si estuviesemos pegados con 'Loctite' (un pegamente extrafuerte jeje).

Al acordarme de lo que también quería hacer, me centré en eso.

Quitarle el chicle.

Así tenía otra excusa para besarlo y devolverselo.

Cuando nos separamos, abrí los ojos vi sus ojos, allí mirándome tan profundamente que me derritió.

Al ver sus labios, tan rojos e hinchados, no me quise imaginar como debería estar los míos.

Al mover un poco la boca supe que había logrado mi objetivo: tenía su chicle entre mis dientes.

Sonreí con un moco de malicia.

- ¿Por qué sonríaes así?- preguntó con una sonrisa de 'se.que.tramas.algo.y.lo.descubriré.'

Coloqué el chicle entre mis paletas y los dientes de abajo y abrí la boca dejando ver el chicle.

Él se quedó sonriendo durante unos segundos, hasta que por fin habló.

- Ese chicle es mio y debería volver con su dueño.- dijo con cara de cachorrito mojado.

Como pude me liberé de su agarre y saló corriendo escaleras abajo.

Sentía las pisadas y la risa de Matt detrás mía.

Cada vez más cerca.

Y más.

Y más.

Hasta que *pluf*.

Ese fue el sonido que se escucho en toda la casa, ya que me había atrapado y al intentar huir yo otra vez, los dos caímos al suelo.

Él se espaldas y yo encima de él.

Pobre su espalda.

Eso había tenido que doler, y muuucho.

Pero sobre todo eso, estaba su sonrisa que no se le borraba del rostro.

- ¿Dónde te crees que ibas con MI chicle?- dijo resaltando la palaba 'mi'.

Yo solo puse una sonrisa de niña buena, pero con él eso no funcionó ya que empezó a hacerme cosquillas y yo no podía para de reir.

De un momento a otro acabó él encima y yo abajo atrapada por sus dos enormes manos.

- Para...para... paaaraaa...- decía yo entre risas.

- Sólo si me das mi chicle.- dijo.

- Vale vale.- me rendí.

Dejó de hacerme cosquillas y fue acercando su boca a la mia sin despegar sus ojos de los mios.

Directamente metió su lengua hasta el fondo y yo jadeé al instante, nunca había hecho eso.

Suguió besandome hasta que no pudimos más.

Al acabar el beso él me miró con cara de: 'soy.el.mejor.del.mundo.entero.y.lo.sabes.'

Sí lo sabía, era el mejor.

Lo raro fue que al palparme la boca, el chicle seguía allí, dentro de ésta.

- ¿Tu o querías el chicle?- pregunté mientras nos levantábamos del suelo.

- En verdad no, sólo quería besarte.- me miró a los ojos y me dio un pequeño piquito.

Y ahí fue cuando señoras y señores a mí se me calló en alma al suelo y en mi estómago empezaron a revolotear unas mariposillas muuy revoltosas.


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NO PODRÉIS DECIR QUE NO ES LARGO e.e, ESPERO QUE OS GUSTE LO HE HECHO CON TODO MI CARIÑO.

YA TENGO INTERNET EN MI CASA, YUPI!!!!!! *BAILE FELIZ*

JAJAJAJAJAJAJAJA

TENGO BUENAS NOTICIAS, SI ESTE CAP LLEGA A 70 COMENTARIOS ATENCIÓN...

¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡¡HAGO MARATÓN DE 3 CAPS!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

ESPERO QUE OS GUSTE LA IDEA.


ATT: SU SEXY ESCRITORA.


XOXO


El playboy es mi hermanastro. {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora