No entendia en qué momento me había emparanollado tanto pensando en Matt, sólo sabía que ahora mismo estaba pensando en todo lo que había pasado en esta semana con él.
Tampoco entendía por qué me pasaba todo a mí. Resulta que hoy me voy a España, sí, pero Matt tiene que venir con nosotros.
¿Por qué?
Pues mi hermano me dió un ultimatum: o venía nosotros o no iba a ningún lado y me tendría que quedar aquí, aburrida y amargada.
Me decanté por la primera opción, ya que Emily también se venía con nosotros. Así no sería tan tostón.
Me encontraba haciendo mi maleta; nos ibamos para el mes y medio que todavía quedaba para que mi madre y Thomas regresaran de su luna de miel, así que eché toda la ropa posible que me cabía en mi maleta.
Antes de salir de mi habitación me adentré al baño con la intención de darme una ducha, estaba cansada y eso me relajaría.
Justo cuando estaba por cerrar la puerta del baño, alguién llamó a la puerta de mi habitación.
Solté un leve suspiro y me encaminé a abrirla.
Al abrirla me encontré al gilipollas de turno apoyado en el marco de ésta.
Solté un bufido bastante audible.
- ¿Qué quieres idiota?- pregunté.
- Un 'hola, ¿qué tal estás mi hermanito favorito que estás muy buenorro?' no estaría mal, ehh.- me dijo una sonrisa de lado.
Rodé los ojos, lo que aproveché la pasar dentro de mi cuarto.
- ¿Dónde te crees que vas?- cuestioné un poco confua.
- Vengo a ducharme contigo.- dijo guiñándome un ojo.
Y hasta ese instante no me di cuenta de que en su mano derecha - la contraria a la que tenía apoyada sobre en marco de mi puerta - tenía una toalla.
¿Qué se cree? ¿Qué voy a dejar que se bañe en MI ducha?
Ni en sus más deliciosos sueños.
Me empecé a reir como una foca descocada.
- ¿De qué te ries?- preguntó mirándome raro.
De a poco se me fue calmando la risa.
Cuando estuve lista para hablar dije:
- ¿Qué crees? ¿Qué te voy a dejar que te bañes en mi ducha?- dije enfatizando el 'mi'.- Ni en tus más deliciosos sueños, idiota.
Le dije totalmente lo que pensé, no me corté ni en una palabra. Es más le añadí una: idiota.
Me encantó la cara que se le quedó cuando le dije eso; la que segundos después, ya estaba con su típica sonrisa de yo-soy-el-mejor-y-aqui-se-hace-lo-que-yo-diga, odio esa estúpida sonrisa.
Se empezó a acercar a mí, lentamente. Y yo por instinto comencé a retroceder mientras veía como él cada vez esttaba más cerca de mí. Cuando mi espalda se encontró con una de las paredes de mi habitación me cagué en todo lo cagable, ya que él estaba tan cerca de mí que no tenía posobilidades de escapar.
Colocó sus brazos apoyados en la pared a cada lado de mis hombros. Estaba tan cerca que podía notar su respiración tranquila y pasiva; mientras que la mía cada vez estaba más acelerada y mi corazón más agitado.
No me incomodaba estar así con él, es más me gustaba. Me daba mucha rabia lo que estaba sintiendo, quería despegarlo de mi lado, que se mantuviera lo más lejos posible; pero no iba a hacer algo que no sentía.
Cada vez estaba más cerca, llegó un momento en el que estábamos tan juntos que nuestras respiraciones se mezclaban.
Cuando pensé que me iba a besar - sí lo pensé - cerré los ojos y entreabrí los labios; lo peor que pude haber hecho en toda mi estúpida vida.
Unos segundos ya no notaba su respiración cerca de la mía, a cambio sí escuchaba su risa.
Abrí los ojos y el asqueroso de Matt se estaba riendo de mi.
- Así que soy un gilipollas, idiota, subnormal y todo tipo de insultos que salen de tu cabecita pero te dejarías besar por mi, ¿no?
- Vete a la mierda gilipollas.- dije dándole un guantazo en su mejilla derecha.
Lo agarré del brazo, aprovechando su momento de confunsió y lo saqué de mi cuarto; cerrándole la puerta en las narices. Le puse el seguro y me encaminé al baño pensando una y otra vez lo mismo.
Ojalá Matt me hubiera besado.
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ESPERO QUE OS GUSTE!!!!!!!!!!!!!!!
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ATT: SU SEXY ESCRITORA.ツツ
XOXO
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El playboy es mi hermanastro. {EDITANDO}
Romance- Eres insoportable.- le gritó. - E irresistible.- respondió con una sonrisa de autosuficiencia. - Lo que tu digas.- rodó los ojos. - Sabes que terminarás enamorada de mi.- volvió a sonreir. - ¿No te cansas de ser tan egocéntrico? - No. ...