XI: Una sola pregunta.

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Mientras iba andando dirección a mi casa, millones de preguntas asaltaron mi mente.

Pero una era la que más me perseguia, por más que yo la empujara al lugar más oscuro y olvidadizo de mi cabeza; ella volvía a surgir.

¿Se habrían peleado por mi?

Es una estupidez de pregunta, pero no podía evitar pensar en ella.

Una vez llegué a mi casa, me fui directa a mi habitación ya que no tenía ganas de comer nada.

Antes de meterme en la cama decidí darme una pequeña ducha para relajarme.

Después de unos tres minutos bajo el agua artificial, salí y me puse mi pijama.

Me adentré bao mis sábanas olvidandome de todo por completo.

Antes de lo que esperaba caí en los brazos de morfeo.

***

Poco a poco fui abriendo los ojos gracias a que alguien me estaba zarandeando por en costado derecho.

Inmediatamente después de abrirlos los cerré gracias a la claridad que entraba a través de mi ventana.

- Vamos enana, despierta dormilona.- escuché una voz llamarme.

Rápidamente reconocí esa voz, como para olvidar la voz que tanto me regañaba cuando chica y me decía que tuviera cuidado con los chicos que solo iban a por lo que iban y yo me hartaba de reir porque resultaba demasiado patético.

- ¡IDIOTA! - grité abriendo los ojos y lanzándome a sus brazos.

Y allí se encontraba mi hermano, el subnormal de 18 años que siempre intenta sobreprotegerme.

- Hermanita... no... puedo... respirar.- dije entrecortadamente.

Rápidamente lo solté y empecé a reirme a carajadas limpias mientras él intentaba no reirse, lo que fracasó por completa ya que minutos después comenzó a reirse también.

- ¿Dónde has estado todo este tiempo?- cuestioné.

- Pues verás.- comenzó sentandose en la cama y yo me incorporé apoyando mi espalda en el cabezal de la cama.- He estado en muchos sitios y de verdad siento no haberte cogido el móvil, pero es que necesitaba desconectar un poco de todo esto.- dijo con carita de cordero degallado.- He ido a la casa del pueblo de los abuelas, sí, esa que está en España.

- ¿Y por qué no me has llevado contigo?- pregunté furiosa.- Sabes lo que me gusta esa casa y sobre todo lo que me gusta España. Eres un gilipollas.- cuando terminé me crucé de brazos.

- ¿Qué crees que he venido a hacer?- preguntó.

- ¿¡NOS VAMOS A ESPAÑA!?- grité.

- Sí, y la abuela ya estará allí, me dijo que llegaría hoy en la mañana, así que va a ser un mes de abuela y nietos, aunque creo que Matt también debe venir, ¿no crees?

- No.- dije rotundamente.- Ese idiota no vendrá con nosotros.

- Ally, hermanita, él ahora es nuestro hermano.- dijo haciendo comillas con los dedos.- Y no podemos dejarlo aquí solo durante un mes entero. Entiendelo.

- Entiendelo tú, ese engendro del demonio no vendrá con nosotros a casa de nuestra abuela, porque es eso, nuestra abuela.- dije enfatizando el 'nuestra'.

- Esta bien, pero mamá se va a enfadar mucho con nosotros y no lo llevamos, recuerda que te dijo cuando se fue de viaje.

- Me da igual, no puenso soportar a ese subnormal ni un día más.

- Pues tendrás que aguantarlo durante un argo tiempo, ya que mamá está bastante enamorada de Thomas.- dijo sonriendo.

- No le veo la gracia, odio a ese engendro.

- Está bien. anda levantaté que son las seis de la tarde.- dijo dandome un beso en la frente.

Se levantó y se marchó por la puerta cerrandola a su paso.

Una vez estuve de pie me fui directa a la ducha, la necesitaba urgentemente.

Me adentré al baño, me despojé de mi ropa y cuando el agua estaba tíbia entré bajo la lluvia artificial dejando que todo mi cuerpo se relajara y mi pelo se empapara.

Después de unos veinte minutos debajo del agua salí de la ducha y enrrollé mi pelo y mi cuerpo en una toalla.

Quité con mi mano un poco de vaho que se había condensado sobre el espejo para verme reflejada en éste.

Sequé mi pelo junto con mi cuerpo.

Salí del baño y me paré enfrente del armario, no sabía que ponerme.

Después de unos minutos me decanté por unos jeans ajustados y por una blusa color suave, como el rosa de los bebés. En mis pies me calcé mis botas cortas negras y el pelo me lo dejé al natural.

Me heché un poco de colonia y me dispuse a enfrentar a mi asqueroso hermanastro, menos mal que mañana lo perdería de vista.

Bajé las escaleras y me encontré a mi hermano y a Matt jugando a la play, parecian bastante picados, así que decidí no molestarlos.

Fui a la cocina a por algo de comer, me decidí por una manzana y un vaso de zumo de naraja.

- ¿Depués de un día entero sin comer, sólo comes eso?- preguntó una voz detrás mio.

Reconocería esa voz hasta debajo del agua. Matt.

- No es de tu incumbencia.- dije secamente.

Y así salí de la cocina dirigiéndome hacía el salón donde se todavía estaba mi hermano juagando a la play.

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SORRY, SORRY, SORRY, SORRY.

DE VERDAD QUE LO SIENTO, LO SIENTO TODO; NO SUBIR EN TANTO TIEMPO Y LO DEL MARATÓN NO VA A PODER SER POSIBLE Y HE SUBIDO ESTE DE CHIRIPA.

OS PIDO 38 VOTOS Y 32 COMENTARIOS XD

ESTÁ FATAL, LO SÉ. JURO QUE EL PRÓXIMO SERÁ MUCHOOO MÁS INTERESANTE.

SI NO OS ACORDAIS LEED EL ÚLTIMO CAP OTRA VEZ, DE VERDAD SORRY.

AHH, TAMBIÉN ME HE HECHO UN FACEBOOK; BUSCADME POR ALBII CANO Y ALLÍ ENCONTRAREIS DATOD EXCLUSIVOS DE MIS NOVELAS, UN BESII.

PUES NADA MÁS QUE DECIR.

HASTA PRONTO PEQUEÑAS HORMIGUITAS.

ATT: SU SEXY ESCRITORA

XOXO

El playboy es mi hermanastro. {EDITANDO}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora