ᴡᴏʟꜰ ᴋɪɴɢ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ.

¶13¶

♕♖✧♔♕

He estado corriendo por la jungla
He estado corriendo con los lobos
Para llegar a ti
He estado en los callejones más oscuros
Vi el lado oscuro de la luna
Para llegar a ti

♕♖✧♔♕

A pesar de la insistente llamada de su consciencia, él se resiste a abrir los ojos.

En lugar de eso, se sumerge en la sinfonía de sonidos que lo rodean, el murmullo de las conversaciones, el sutil roce de las telas, y el palpitar de presencias que llenan la habitación con una mezcla de aromas personales y tensión apenas contenida. El aire mismo, saturado de la promesa eléctrica de lluvia inminente, porta ese olor característico y cargado que presagia una gran tormenta.

Mientras, en su interior, algo empieza a cambiar. El dolor que antes martillaba su cráneo ha menguado, transformándose en una molestia sorda más tolerable. Su estómago, después de días de rechazar cualquier intento de nutrición, ahora se retuerce con hambre, y ahora siente un poco de frio una señal clara de que la fiebre que lo consumía comienza a ceder.

"¿Por qué no ha despertado aún?" La voz de Jungkook corta el aire, teñida de ira, pero subrayada por una profunda preocupación que no logra ocultar.

"Ya le dije, mi señor," responde una voz cansada y desgastada por los años, cargada de la pesada responsabilidad de su profesión. Yoongi, aún con los ojos cerrados, reconoce inmediatamente el tono grave del médico anciano encargado del improvisado dispensario en el campamento militar. "El príncipe ha estado luchando contra su lobo interior, un conflicto que estuvo llevándolo lentamente hacia su propia destrucción. El colapso que sufrió ante su presencia, creo, fue el clímax de esa grave situación."

Jungkook toma una profunda inhalación, llenando sus pulmones antes de exhalar lentamente, su cuerpo girando con tensión en el reducido espacio. "Pero ya está mejorando, ¿no es así?" Su voz, aunque pretende formular una pregunta, se teje más como una afirmación, negándole al médico cualquier posibilidad de contradecirlo. Yoongi, aun sumido en la penumbra de su mente, percibe claramente el cambio sutil en la atmósfera de la habitación. La tensión en el aire se hace más palpable, y puede casi saborear el malestar creciente que emana del médico, un aroma agrio de preocupación y cautela que impregna el espacio confinado del despacho.

"Verá... No puedo afirmar con certeza que el príncipe esté completamente recuperado," comenzó el médico, su voz teñida de cautela. "Es imprescindible que despierte para que podamos realizar una evaluación más exhaustiva y determinar la causa subyacente de su conflicto con su lobo interior."

Un gruñido de disgusto se escapó de los labios apretados de Jungkook, aunque no añadió nada más, dejando que un pesado silencio se asentara sobre la estancia. El médico se ajustó la túnica, preparándose para abandonar la habitación, cuando Jungkook volvió a hablar, su tono cargado de una urgencia sombría. "Este asunto debe permanecer en secreto."

"¿A qué se refiere, mi señor? Muchos en el campamento ya están al tanto de que el príncipe ha estado postrado en cama," replicó el médico, confundido por la orden.

"Sí, pero desconocen la verdadera naturaleza de su dolencia, y así debe seguir siendo. Si alguien pregunta, invente alguna excusa... diga que fue por exceso de trabajo o cualquier otra trivialidad que se le ocurra."

El médico, desconcertado, frunció el ceño mientras procesaba la instrucción. "Estaba a punto de redactar una misiva a los reyes para informarles sobre el estado de su hijo. Quizás ellos puedan arrojar luz sobre este peculiar conflicto con su parte animal."