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No te preocupes, amor
Todo esto no es una coincidencia
Somos totalmente diferentes bebé, porque somos los dos quienes encontraron el destino.
Desde el día de la creación del universo y a través de los infinitos siglos y en las vidas anteriores, quizás en las próximas también estaremos siempre juntos.

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El príncipe terminó de abotonar el último botón de su elegante traje y deslizó su mano sobre la tela, suavizándola, mientras se examinaba en el espejo. Aún faltaba una hora para su aparición oficial, siguiendo la tradición. Dado que aún no tenía una omega, le correspondía abrir el baile con su madre. Se sentó en el borde de su cama, repasando mentalmente los pasos del baile, una sonrisa dibujándose en su rostro al anticipar el momento.

Su expectativa creció al oír un suave toque en la puerta, esperando encontrar detrás de ella a alguien específico. Sin embargo, al abrirla, se encontró con la presencia de un sirviente, que no era quien esperaba. Lo observó con curiosidad, aguardando que el recién llegado hablara. El sirviente, cuyo aroma revelaba su condición de omega y denotaba un ligero nerviosismo, hizo una reverencia antes de comunicar su mensaje:

"Me han enviado para averiguar si requiere algo, mi príncipe. ¿Quizás desee un té o algo de comer mientras espera?"

El príncipe negó con la cabeza, su interés picado por la novedad de aquel rostro. "No... No te había visto antes por aquí antes" comentó, captando destellos del aroma omega del sirviente, intensificado por el nerviosismo de este.

El omega encogió sus hombros en una muestra de resignación. "El castillo es vasto y alberga a muchas almas en su servicio" respondió con simpleza.

El príncipe contempló al sirviente, una vacilación palpable en el aire, antes de decidirse a hablar. Tomó una profunda inhalación, como si estuviera a punto de confiar un secreto y después de todo así era. "Tengo una misión para ti, y espero poder confiar en tu discreción. Pero antes, dime, ¿cómo te llamas?"

"Kim Seokjin, Alteza. Aunque mis amigos me llaman Jin."

"Bien, Jin, necesito pedirte un favor, y a cambio, estaré en deuda contigo." El príncipe habló con una seriedad que enfatizaba la importancia de su solicitud. Jin, visiblemente sorprendido ante la propuesta, asintió casi de inmediato. Después de todo, ¿quién podría rehusar a un príncipe?

"En la cocina trabaja un amigo mío... Quiero que le hagas saber que deseo verlo."

"U-uh, me temo que no podré hacer eso, Alteza." Jin titubeó, la preocupación evidente en su rostro.

"¿Y eso por qué no?" El príncipe alzó una ceja, su curiosidad avivada por la resistencia del otro.

"Es que... no es algo que pueda compartir." La voz de Jin se quebró ligeramente, la tensión del momento presionando contra su voluntad de mantenerse firme.

El príncipe se inclinó ligeramente hacia adelante, su mirada intensificándose con el peso de su estatus. "Como tu príncipe y futuro rey, tu lealtad me pertenece. Estás obligado a ser honesto conmigo."

La presión se acumulaba en Jin, la angustia siendo notable en su aroma. El omega podía sentir la amenaza implícita en la atmósfera, una que podría costarle más que su posición si elegía mal sus próximas palabras. El conflicto interno en SeokJin era notable, la lealtad chocando contra el miedo. Con un suspiro resignado, consciente de que mentir al príncipe podía tener consecuencias fatales, SeokJin hablo.

ᴡᴏʟꜰ ᴋɪɴɢ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora