ᴡᴏʟꜰ ᴋɪɴɢ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ.

¶10¶

♕♖✧♔♕

Usando todas las lineas equivocadas,
Y las señales equivocadas,
Con la intensidad equivocada,
Estaba en la pagina equivocada
Del libro equivocado.
Con la interpretación equivocada.

♕♖✧♔♕

Las manos de Jimin estaban húmedas de sudor, y sus pasos vacilaban al avanzar por los corredores del castillo.

Una inquietud inexplicable se había apoderado de él, tejiendo un velo de temor sobre su percepción del entorno. Curiosamente, los pasillos que normalmente bullían con la presencia de guardias custodiando cada lugar, ahora yacían desolados y silenciosos. La ausencia de vida y movimiento no hacía sino acentuar la atmósfera de desamparo que lo envolvía.

El eco de su respiración irregular y el taconeo de sus pasos eran los únicos sonidos que rompían el inquietante silencio.

Al aproximarse a la biblioteca, la encontró con las puertas abiertas de par en par, una invitación tan muda como perturbadora. No había guardias, no había nadie; solo el oscuro portal que lo instaba a entrar.

Con un gesto mecánico, Jimin se llevó una mano a la frente, apartando algunos mechones de cabello que obstaculizaban su visión, al tiempo que secaba el sudor que perlaba su piel. Respiró hondo antes de adentrarse en la estancia, cuyas sombras parecían cerrarse detrás de él como un telón.

La biblioteca estaba bañada en penumbras, iluminada únicamente por unas cuantas velas que lanzaban un resplandor titubeante sobre los altos estantes repletos de libros. No había rastros de presencia alguna, ni siquiera el susurro de una corriente de aire que pudiera insuflar vida al ambiente sepulcral.

Jimin se adentró con cautela, cada paso resonando en el vasto espacio como un presagio.

La quietud era total, como si la misma biblioteca contuviera la respiración, aguardando algún desenlace desconocido.

En ese instante, mientras la razón le instaba a huir de la ominosa biblioteca, una extraña fuerza, casi magnética, lo arrastraba más hacia el interior.

Era como si una energía invisible le susurrara al oído, instándolo a adentrarse en el corazón de aquel laberinto de conocimiento antiguo.

Los pasillos estaban flanqueados por altos estantes que se perdían en la penumbra del techo, cada uno abarrotado de libros con lomos que contaban historias de eras pasadas. Jimin confirmó nuevamente la soledad del lugar, lo que agudizó el misterio sobre quién pudo haber requerido la presencia de Jin allí, o si tal solicitud había sido real.

Un escalofrío helado recorrió la espina dorsal de Jimin, congelando su sangre y sembrando temblores en su cuerpo. Estaba a punto de ceder al impulso de correr y no mirar atrás, cuando una corriente de aire frío barrió la estancia.

Las pocas velas que titilaban amenazaron con extinguirse bajo el súbito vendaval, sumiendo la biblioteca en sombras aún más densas y amenazadoras.

Justo entonces, un estruendo rompió el silencio mortecino; un voluminoso libro de tapas negras se precipitó desde uno de los estantes más altos. Al impactar contra el suelo, el golpe resonó por todo el recinto y una nube de polvo se elevó en el aire, revelando que el tomo había reposado durante años, quizás décadas, sin que manos curiosas lo exploraran.

El libro, claramente un ejemplar raramente consultado por su ubicación y el polvo acumulado, yacía ahora ante Jimin, como si el destino mismo hubiera decidido que era el momento de ser descubierto.