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No quiero andar de puntillas,
Pero no quiero esconderme
Pero no quiero alimentar este fuego monstruoso
Solo quiero dejar morir está historia♕♖✧♔♕
La lluvia cae con una intensidad despiadada, acompañada por la sinfonía de relámpagos y truenos que desgarran el cielo oscuro. Todos, incluido Yoongi, están empapados hasta los huesos, el agua resbala por sus rostros, y el aire está cargado de electricidad. Frente a él, el chico misterioso tiene su melena grisácea cubriendo parte de su semblante, sus ojos apenas visibles a través de la cortina de lluvia, pero su agarre en la daga que presiona el cuello de Yoongi es firme, inquebrantable.
A su alrededor, los guardias y Jungkook han sacado sus espadas, todas apuntando al joven desconocido. Yoongi debería sentir miedo, pero en lugar de eso, experimenta una extraña serenidad. Se da cuenta de que el chico es decidido, dispuesto a actuar sin vacilar, y siente la punta afilada de la daga presionando contra su piel, una advertencia silenciosa. El aroma de la tensión y la amenaza inminente impregna el aire, y Yoongi percibe el leve incremento en la tensión muscular y el aroma de Jungkook, listo para intervenir si es necesario.
Sin embargo, Yoongi decide mantener la calma, buscando una salida pacífica a la situación. Levanta la voz por encima del rugido de la tormenta, consciente de que sus palabras deben llegar a través del estruendo del diluvio.
"Está bien", declara con determinación, sus palabras resonando en el aire cargado de humedad. No se mueve, consciente de que cualquier movimiento brusco podría desencadenar una tragedia. No quiere resultar herido, pero tampoco desea infligir daño al joven que lo tiene bajo su control. "Necesitamos tranquilizarnos y conversar."
"No hay nada que hablar con traidores como tú." La voz del chico resuena nuevamente, cargada de un tono agresivo y furioso. La presión de la daga contra el cuello de Yoongi se intensifica, una advertencia tangible de la amenaza que representa. En este punto, Yoongi comienza a sentir una punzada de molestia en su cuello sabiendo que ahora la herida es más profunda. A su lado, Jungkook avanza un paso, su espada aún en alto, listo para intervenir si es necesario.
"Jungkook, retrocede", ordena Yoongi con firmeza, reconociendo que la presencia cercana del alfa solo aumentaría la tensión en el omega. "No soy un traidor, no sé de qué estás hablando. Pero podemos discutirlo si quieres. Creo que ambos tenemos preguntas y podemos encontrar respuestas juntos."
El alfa observa con atención cómo una sonrisa arrogante se dibuja en los labios del omega frente a él, una mueca desafiante que revela su desdén. "Creo que sabes exactamente a qué me refiero", dice el joven con voz firme. "Tú y tu familia han faltado a su palabra con los Park. Todos ustedes son traidores y..."
Yoongi no espera a que el omega termine su diatriba. Aprovechando la distracción que supone su parloteo, con un movimiento rápido, desvía la daga de su cuello con uno de sus brazos. Con la destreza de quien conoce el arte de la defensa personal pues desde niño fue entrenado también, emplea una de sus piernas para derribar al joven al suelo. Jungkook se apresura a intervenir, colocando una rodilla sobre la espalda del omega para inmovilizarlo. A pesar de los intentos de resistencia del joven, la fuerza implacable de Jungkook lo mantiene firme en su lugar.
Mientras tanto, Yoongi lleva una mano a su cuello, palpando la pequeña herida dejada por la daga. Aunque no es grave, la sensación de ardor es un recordatorio constante de la cercanía del peligro. Sin embargo, decide ignorar la molestia y, con la otra mano, aparta los mechones húmedos de su frente, sintiendo el alivio de la lluvia que comienza a amainar y los truenos que se alejan en la distancia.
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ᴡᴏʟꜰ ᴋɪɴɢ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ.
FanfictionEn el reino de Daegu, la ley es clara y tajante: solo las familias de alta alcurnia y la realeza tienen el privilegio de transformarse en lobos. Cualquier infracción a esta norma por parte de los demás es severamente castigada. En este mundo de pode...