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No sabemos lo que nos sucederá más tarde, pero me gusta que no haya nada decidido.
¿A quién le importa lo que digan los demás?
No podemos vivir el uno sin el otro, ¿cuál es el problema entonces?♕♖✧♔♕
Su cuerpo se deslizaba por los pasillos del castillo con la destreza propia de quien conoce cada rincón y cada sombra del lugar. Mientras sus manos se ocupaban meticulosamente de limpiar y pulir cualquier superficie que osara albergar una mota de polvo, su mente divagaba en las profundidades de sus pensamientos.
Dos días atrás, en la biblioteca, había descubierto algo que lo había sumido en un mar de dudas. Cada palabra escrita en aquellas páginas parecía grabada en su memoria y por alguna razón no podía ignorarlas.
Jimin se había distinguido siempre por su curiosidad insaciable, por su necesidad de comprender el mundo que lo rodeaba.
Aunque sabía que sus preguntas podrían quedar sin respuesta en aquel castillo pues nadie se las iba a responder, se negaba a dejarlas en el olvido.
Si la información no podía venir hacia él, él iría en su búsqueda.
Decidido, recogió sus herramientas de limpieza y las guardó con cuidado. Aquel día, el castillo parecía sumido en una calma inusual. Y mientras tanto, el eco de los rumores sobre la prolongada ausencia del príncipe Yoongi en las fronteras de Busan resonaba en los pasillos, alimentando aún más la intriga de Jimin.
El crepúsculo teñía los pasillos del castillo con tonos dorados y sombras alargadas, indicando el final de otro día de deberes y quehaceres. A medida que Jimin avanzaba por los corredores, la escasa presencia de sirvientes era evidente, algunos se retiraban después de un día agotador, mientras que otros se sumergían en la efervescencia de la cocina, preparando la cena que llenaría el comedor para el rey y su reina.
Sin embargo, el joven omega detuvo sus pensamientos y su paso al notar la figura del omega mayor que se erguía en el pasillo, inmerso en la contemplación de un cuadro. Una ligera fruncida en su ceño marcaba su confusión ante aquel comportamiento aparentemente tranquilo.
¿Cómo podía SeokJin haber actuado con tanta normalidad después de lo ocurrido días atrás?
El desconcierto de Jimin seguía latente, otro enigma que aún no encontraba respuesta.
Suspirando, decidió retomar su camino, acercándose silenciosamente al lado del mayor. Sin embargo, una súbita corriente de frío lo estremeció de pies a cabeza, como si diez grados de temperatura hubieran bajado de un momento a otro, erizando cada poro de su piel.
"¿Hyung?" Jimin murmuró con voz apenas perceptible, pero el omega a su lado parecía ajeno a su presencia. Su atención estaba completamente absorbida por el cuadro frente a él, como si estuviera inmerso en un trance. Dudoso, Jimin intentó llamar su atención nuevamente. "Seokjin hyung, ¿estás bien?"
El pasillo permanecía en un silencio denso, roto solo por la respiración entrecortada de Jimin. Cada instante que pasaba, el frío parecía penetrar más hondo en sus huesos, envolviéndolo en una neblina de incertidumbre. Inspirando profundamente, decidió tomar el brazo del omega mayor, con la esperanza de sacudirlo suavemente y despertarlo de su ensimismamiento.
Sin embargo, en el momento en que su piel hizo contacto con la de Seokjin, una extraña corriente eléctrica lo recorrió de arriba abajo, como si una fuerza misteriosa lo hubiera atravesado de repente. Un pequeño grito escapó de sus labios mientras retrocedía, soltando el brazo del omega con sorpresa y temor palpables.
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ᴡᴏʟꜰ ᴋɪɴɢ || ʏᴏᴏɴᴍɪɴ.
FanfictionEn el reino de Daegu, la ley es clara y tajante: solo las familias de alta alcurnia y la realeza tienen el privilegio de transformarse en lobos. Cualquier infracción a esta norma por parte de los demás es severamente castigada. En este mundo de pode...