Los días de Cirinia no eran extraordinarios, levantarse temprano y dormirse tarde, desde que había empezado con su trabajo de guerrera de la oscuridad su agenda se hizo bastante pesada, junto con sus múltiples labores que tenia que hacer a lo largo del día.
Había días en los que se escapaba de su labor para poder relajarse por el pequeño recinto de Markland, no tenia muchos amigos fuera de la orden de las tropas y su reputación estaba bastante deteriorada; no por ella, si no por sus antecesores.
Los elementales del boro cargaban con un pasado deshonroso, eran los elementos que menos se usaban para combatir, debido a lo traidores, ladrones y desertores que estos resultaban ser. No era casualidad, no era extraño que la mayoría de seres con este elemento se desviaran de su camino y terminaran en estas situaciones.
Para suerte de Cirinia fue la elemental del boro que más lejos pudo llegar, rompiendo el récord de su maestro quien era guerrero infiltrado en la tropa negra cuando esta era comandada por alguien más que la propia Cirinia, poniendo en una buena posición nuevamente a todos los que cargaban con el mismo elemento que la joven de ojos negros.
- ¡Señorita Cirinia!
Una pequeña voz llamó su atención haciendo que se desconcentrara de la labor que le había puesto Lord Dark, el reporte de actividades cuando atacó la Tierra. Como era costumbre y que sinceramente estaba harta de hacer.
Su misión se había basado en infiltrarse durante varios meses en aquel lugar para poder asegurarse que estaba habitado y que las sospechas de su señor fueran correctas. Había mucho en que trabajar sobre todo lo que vio y vivió durante su corta estadía. Plantó la mirada en la dueña de la voz suave y pequeña, la cual hizo que una leve sonrisa se le asomara.
- Hola Liyi - saludó - ¿Qué haces aquí?
La pequeña corrió hacia ella para darle un fuerte abrazo el cual ella correspondió, sus manos se dirigieron al cabello de la chica y le brindaron una muy suave caricia despeinándola tan solo ligeramente.
Liyi era una pequeña niña que estudiaba las artes negras, era una chica bastante inteligente que estaba bajo la tutoría de Cirinia, esta pequeña también tenia el elemento del Boro en sus venas y se le había encomendado aprender todo para sustituir el lugar de Cirinia en caso de que esta perdiera la vida en algún momento.
Era muy pequeña para su edad y su ropa no le ayudaba en nada a verse más grande o madura, siempre tenia un abrigo negro con blanco y como era costumbre sus piernas estaban cubiertas por medias de seda y unos pequeños y lindos botines color azabache, sus ojitos brillantes y celestes hacían que su tez brillara con intensidad del mismo modo que su cabello corto le daba un aspecto inocente.
El corazón de Cirinia siempre se volcaba cuando la veía y su mente siempre le hacia la misma pregunta, ¿Cómo era que una niña como Liyi fuera tan alegre y optimista a pesar de ser una huérfana?
- El señor Borgio quiere verla - dijo la pequeña esbozando una sonrisa - está afuera de su salón ¿Qué le digo?
- Dile que pase, puedes quedarte si quieres, pero no te asustes si empieza a gritar.
Antes de que las dos pudieran reaccionar escucharon la enorme puerta ser abierta y junto con eso unos pasos apresurados y gritos reclamándole a la azabache por diversos motivos.
- ¡Esto es Inaudito! - gritó Borgio.
Cirinia se separó de la pequeña, frotó su frente y suspiró cansada, sabia a lo que aquel hombre se refería y a decir verdad no quería escucharlo en lo más mínimo.
- Buen Jidye Borgio - dijo Cirinia sin mostrar alguna emoción - ¿Qué te trae por aquí?
- ¡¿Cómo es posible que hayas fallado?! - volvió a gritar, Liyi tomó su distancia y los dejó conversar.
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Merry y los elementos "Saga Blanco y Negro"
FantasyCuando el mal aparece ella también, la tierra temblará, junto con toda la galaxia ¿te atreves a vivirlo? Merry es una estudiante de secundaria en San Francisco con un secreto tan grande que hasta ella misma desconoce, su vida dará la vuelta de 180 g...