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Unos cuantos miembros del clan Raikun se encaminaban hacia Konoha. No tenían alianza con ellos, pero era mejor emprender viaje directamente que quedarse en Suna, donde, aunque eran bienvenidos, no tenían posibilidad de quedarse.
La pequeña Kisume viajaba junto con su padre y madre quienes con una mirada seria le advirtieron que no era un buen momento para estar despreocupados y que simplemente se comportara en lo que quedaba del camino.
Hace poco habían salido del desierto y ahora se encontraban desplazándose agilmente por los árboles del bosque, un buen indicio de que se acercaban a la aldea.
La menor Raikun no tenía muchos amigos en Suna, sin embargo se le había hecho difícil irse sin siquiera despedirse de aquel niño pelirrojo al que había conocido hace unos días cuando llegó.
- Kisume. -la reprendió su madre cuando por estar distraída casi cae de uno de los árboles.
- Lo siento mamá. -hablo ella fijándose mejor donde pisaba y sus alrededores.
Si bien iban despacio por que la menor no era tan ágil, era complicado desplazarse cargando parte de sus cosas y procurar que la menor no saliera herida a la vez.
La mayor simplemente miro atentamente como se recomponia aún avanzando y luego su vista se poso en su esposo quien tenía una mirada de preocupación.
La situación del clan era complicada, sin embargo tenían la esperanza de ser aceptados dentro de Konoha.
No tenían alianza, pero tampoco guerra.
Kisume por su parte no entendía mucho lo que sucedía, sus padres tuvieron una reunión con el jefe del clan y simplemente tuvieron que marcharse.
Habían llegado a Suna unas semanas atrás pero el caluroso clima del lugar no era favorable.
Si había una debilidad que tenía Kisume, era el calor.
.....
- Aquí hace buen clima. -Kisume rompió el silencio mirando a su mamá quien le sonrió acariciando su cabello.
- Es verdad, me gusta el lugar, esperemos que papá traiga buenas noticias ¿de acuerdo?
Ambas estaban fuera de la oficina del Hokage esperando a que su padre hablara sus asuntos con el.
Cuando Kisume asintió en dirección a su mamá, la puerta frente a ellas se abrió y de ella salió su padre con una leve sonrisa para ambas.
