Transiciones

Madurez

La pelea estaba a punto de comenzar, el l contrincante de Tommy lucia muy atemorizante, lanzaba desafíos y palabras hirientes mientras sacudía los puños.

—Te haré añicos gordo Tommy, decía repetidamente.

—No lo escuches Tommy, aconsejaba desde las gradas, recuerda que eres, le indique uniendo las puntas de mis dedos con las palmas ligeramente separadas, tratando de figurar una montaña.

—El hizo un movimiento con su cabeza en señal de obediencia, y de que me entendía. Los dos luchadores se posicionaron, el oficial que servía como juez, explicó brevemente las reglas, luego se apartó y sonó una campana, la pelea debía dar inicio.
El chico se lanzó sobré Tommy, tratando de hacerlo retroceder, pero no lograba moverlo ni un centímetro, frustrado retrocedió, y luego lo volvió a intentar, pero sin resultado.
Tommy estaba muy concentrado y se repetía en voz baja..

—Soy una montaña, soy una montaña.
El contrincante lo rodeó y le sujetó del cuello con una llave, causando dolor a Tommy.
Sin embargo, esto era una falta pues la lucha no se definía por rendición, así que el oficial lo apartó y le dio una advertencia.

—Pelea limpio, de lo contrario te declararé perdedor.
Aquel muchacho estaba desconcertado y muy molesto, su respiración agitada, asemejaba una bestia taurina, de pronto una estrategia surgió en su diminuto cerebro.

—Ven gordo Tommy, ¡acércate! Estás deforme pareces una albóndiga, !ataca cobarde!

—No lo escuches Tommy, recomendé desde las gradas poniéndome de pie.
Tommy ya no necesitaba mis consejos, había tomado control de la situación.

—¿Tienes miedo del gordo Tommy? Le pregunto con tono de burla, y todos en las gradas se rieron.

—Ya verás, amenazo aquel muchacho mientras se lanzaba de nueva cuenta sobre Tommy, lo rodeó por la cintura y empujó con toda su fuerza logrando que Tommy retrocediera un solo paso, el chico estaba sudando a gotas, el cansancio era evidente, poco a poco sus brazos se sentían débiles, y se derretía en los brazos de Tommy, fue en ese preciso momento que mi amigo aprovechó para tomarlo de un brazo y de la cabeza, para sacarlo del círculo en un movimiento rápido y sorprendente.