Perdido

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Al paso de cinco años, comencé a sentir nostalgia por el pasado. Decidí escribir una carta a Bianca. En ella decía..
«Ha pasado tiempo desde aquella noche que salí de casa. Aún me siento culpable en ocasiones por la forma en que sucedió todo, y la manera en cómo yo reaccioné. No fuimos los mejores hermanastros, quizá no fuimos una familia normal. Pero gracias a papá, nos unen lazos tan fuertes, que ni el tiempo ni la distancia han podido romper.
No te guarde rencor jamás, y se que en algún momento hubo cierta complicidad entre tú y yo. No se si el amor romántico sea lo mejor de la vida. Pero se que lo nuestro fue la suma del cariño y una amistad de lo más extraña.
Fuiste mi primera vez, y descuida.
No voy a decir que estoy enamorado de ti. Haciendo esta situación más rara de lo que ya es. Pero siempre te he echado de menos, y desearía verte tan solo una vez más.
Con cariño. Jimmy».
No pasó mucho tiempo en recibir una respuesta. Recibí una carta de Bianca Justo el día de mi cumpleaños.
«He recibido tu carta. No creí que hubiera alguien que usara tinta y papel en estos tiempos, así como el servicio postal. Pero al saber que se trataba de ti, entendí las circunstancias, y de hecho me pareció lo más correcto para tener noticias tuyas.
Quiero decirte que me dió mucha alegría saber de ti. Y tienes razón, siempre existió esa complicidad entre nosotros.
Me gustaría verte y contarte todo lo que ha pasado, si algún día quieres volver, serás bienvenido. La casa la conservo en buenas condiciones y me he negado rotundamente a venderla. Después de la muerte de mamá el titulo de propiedad quedó en mis manos con el resto de posesiones y el auto de papá. El mismo que me he rehusado a vender a pesar de la insistencia de mi ahora esposo.
Me he casado y vivo feliz, tengo un hijo al que me encantaría que conocierais.
Te anexo un número de teléfono y un correo electrónico. Si lo deseas puedes llamar he incluso hacer videoconferencia. Por ahora me despido deseando para ti lo mejor.
Atentamente, Bianca»

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