Cuando me reuní con mis amigos para contarles lo que había hecho, y mi pequeña charla con el comandante, ellos se alegraron bastante.
—Gracias por defendernos, y por lograr que sigamos en el equipo, es la oportunidad de nuestras vidas para alzar la voz y mostrar al mundo de lo que somos capaces.
Quisiera decir que logramos vencer a las otras escuelas, que volvimos a casa con el primer lugar, pero un tercero no es algo tan lamentable, en especial para una escuela que siempre había sido eliminada en las preliminares.
Algunos días después de eso, recibí una visita.
Se trataba de Bianca, me había llevado un pequeño pastel y un pequeño presente.
Había olvidado que era el día de mi cumpleaños, nunca fue una fecha muy esperada, pero me sorprendí de que ella lo recordara.
—Se que no fui la mejor hermana, exclamó.
—Pero pasamos buenos momentos juntos, ¿Recuerdas las peleas?
—Si, es verdad, nos divertíamos de vez en cuando.
—Debes saber que mi madre está muy enferma, la verdad es que nunca fue la misma de que papá...
—Discúlpame, no quiero que sea una ocasión triste, me alegra mucho verte, espero que te guste el regalo.
Salió sin decirme más, dejándome una pequeña cajita de madera en mis manos.
Cuando llegue al dormitorio, compartí con Tommy un trozo de pastel.
Me senté en la orilla de mi cama con aquella cajita en mis manos.
—¿Que tienes ahí? Preguntó mientras aún saboreaba sus dedos manchados por la crema del pastel.
—Es un obsequio de mi hermana, le contesté.
—¿Es la chica linda con la que hablaste el día de la competencia?
—Me sorprende que recuerdes ese momento tan especifico.
—No podía dejar de mirarla, hay algo en ella, en su mirada algo que no puedo explicar, sin mencionar que es hermosa como una flor en su majestuosa edad.
—¡Tommy! Tus palabras son casi poéticas. Te has vuelto un romántico desde que conociste a Tesa. A propósito ¿Como van las cosas con ella?
—Hablamos todos los días a través del muro. Y además. Otros chicos y chicas se reúnen ahí para tratar de conocerse. ¿Puedes creerlo? Ahora hay al menos siete chicos recargados en el muro, y debe haber siete chicas del otro lado escuchándoles. Todo es emocionante pues no pueden verse el uno al otro, y tienen que imaginar cómo son. Es todo muy romántico,
supongo que me has contagiado, te culpo a ti, y a tus locas ideas, ahora mi ambición y mi mente se han moldeado bajo tus enseñanzas.
—No se si es un halago, o un reclamo.
—Basta de cursilerías, ¡Abre ya esa caja!
Abrí la caja despacio, y comencé a sacar objetos, una vieja pelota de béisbol, un cuadernillo de viaje, un reloj que había dejado de funcionar, unos anteojos y un libro de aventuras fantásticas.
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Transiciones
FantasyNarra la historia de un joven con mucha imaginación, lleva una vida complicada y logra entrar en mundos y universos diferentes donde vive aventuras increíbles y se convierte en los más extraños personajes, luego vuelve a su realidad hasta que le cue...