Transiciones

Madurez

Fuimos campeones a nivel local, nuestro equipo fue seleccionado para competir contra las otras escuelas.
Unos días después de tanta emoción, el comandante me llamó a su oficina.
—Estoy realmente impresionado por el gran desempeño que usted y su equipo han tenido en estos juegos, permítame felicitarlo.
—Pues le agradezco. Señor, pero ha sido, como bien lo mencionó, un trabajo de equipo.

—Quiero que nos represente dignamente ante las otras instituciones, naturalmente, seguirá siendo usted capitán del equipo, sin embargo hay algunos elementos de los cuales me gustaría prescindir.
—Imagino que está hablando del cadete Luis, y del cadete Tommy,—Afirmé con disgusto.
—Entiendo que sean sus amigos. Pero ante las otras escuelas no podemos permitirnos ningún signo de debilidad.

—Supongo que nunca imaginó que nuestro equipo resultara el ganador, quizás usted ya tenía determinado quiénes representarían a nuestra institución.
—No exactamente, pero hay algo de cierto en lo que comentas.
—Voy a decirle algo comandante, y con el mayor respeto, a riesgo de ser azotado, o sancionado en mis notas.
Si mis amigos no permanecen en el equipo, tenga por seguro que no pienso liderarlo, ni formar parte de él.
—¡Esto no es una negociación! Cadete.
¡Tampoco he preguntado si está de acuerdo !

—¡No estaba negociando!, señor
—Ya veo, es usted demasiado listo, cadete, pero esta es mi escuela, he lidiado con muchachos impertinentes desde antes que usted naciera.
Un silencio incómodo llena aquella oficina, el comandante abandona su silla y da vuelta hacia la ventana mientras enciende un enorme cigarro.
—Sus amigos se quedan en el equipo.
Un gesto de victoria muy difícil de ser ocultado se manifiesta en mi rostro.
—Pero...añadió
—El cadete Vincent y el cadete James serán añadidos también.
—¿alguna objeción? Cadete.
—¡Ninguna! Señor.
—Es todo cadete, puede retirarse.
Después de saludar correctamente, di media vuelta, y Justo antes de abrir la puerta, el comandante exclamó..
—Digamos que lo de hoy ha sido un empate cadete.