Entre Mentiras y Secretos

~° Capítulo 5 °~

La sed humana por tener más poder del
Que ya poseen es tan grande que son capaces de hacer todo por conseguirlo

Y eso implica ABSOLUTAMENTE TODO.

—Hazlo, se que disfrutas hacerlo —una voz masculina y cautelosa decía eso, detrás mío mientras ponía una mano sobre mi hombro.

—Sigue con vida... —murmure, observando a la persona frente mio, rogando por su vida.

—No niegues, no te resistas es normal que algo como esto te cause placer, a mucha gente le provoca placer hacerlo.

Una sonrisa curva se formaba en su rostro, esos ojos negros, mirando cada parte de mi ser, con ganas de hambre, de comer.

—Hazlo, hazlo como la última vez —apretaba mi hombro con fuerza y después me aventó contra la pared, solté un quejido de dolor al sentír el golpe— Víctor, si no haces lo que yo diga, te castigaré. Eres igual que yo, en tus venas corre mi sangre. Siéntete especial de ser uno de los míos. No mueres fácilmente, ¿lo sabes? —El se agachó hasta quedar a la misma altura en la que yo me encontraba y con esa misma sonrisa, esos ojos negros me observaba. Sacó una navaja de su pantalón.

—¿Te gusta? ¿Siempre te han gustado cierto? No te cae bien Daniel ¿verdad? Sabes que hay una manera de acabar con él de manera fácil ¿lo sabes? Sólo necesitas llamarme...

—¡¡NO!! —dije en un grito horrorizado— No lo haré, no lo volveré hacer.

—¿Por qué sigues reprimiendo lo que en verdad eres? Sabes que la comida humana no tiene la misma función en tu cuerpo que la carne humana. ¿Por qué, Víctor? ¿Por qué finges que nunca la haz probado y que no estás hambriento de volver a probarla?

Él acercó la navaja a mi garganta y lentamente comenzo a cortar mi piel, de manera suave sin cortar tan profundo pero si para sacar sangre, mordi mi labio para no soltar un quejido de dolor y apreté mis manos en puño.

Unos golpes me despertaron, estaba sudando, temblando y con la respiración agitada. Los golpes seguían, tarde en procesar que se trataba de la puerta. Alguien la estaba tocando, dude en abrir, el miedo todavía seguía en mi.

Ese sueño de nuevo, no, por favor no.
¿Por que volvió? Hice de todo para sacar esos pensamientos, esos sueños, todo eso y ahora, volvieron.

Pense que todo ya había quedado en el pasado, creí que esto ya no volvería, ¿por que él de nuevo?

Ya no quiero seguir viviendo así, ya no más.

Escuche la voz de Hannah pedir que le abriera, que era urgente, los golpes se hicieron más insistentes y fuertes. Me levanté y abrí aún temblando traté de calmar me, respirando hondo antes de abrir la puerta.

Hannah se encontraba parada justo enfrente, sostenía su teléfono en su mano. No entendía nada hasta que vi su expresión.

Terror...

Miedo...

Esta asustada y atónita.

—¿Hannah? —pregunte confundido por su expresión.